Dos años después del devastador terremoto que sacudió Perú, más de 85.000 familias siguen reclamando la reconstrucción de sus hogares ante la lentitud de la ayuda gubernamental.
Parte de la costa y sierra central de Perú, donde se encuentran las regiones de Lima, Ica, Huancavelica y Ayacucho, sufrieron un terremoto de 7,9 grados de magnitud y un tsunami al caer la tarde del 15 de agosto de 2007, el cual se cobró las vidas de 519 personas.
El movimiento telúrico causó la destrucción de 85.000 viviendas en esas cuatro regiones peruanas y dejó un total de 320.000 damnificados, la mayoría de los cuales vivía en diversas ciudades de Ica. Asimismo, se perdieron 14 centros de salud y 364 colegios en Ica, de los cuales sólo se ha reconstruido el 30% hasta la fecha, según las autoridades de esa región.
Una de las ciudades más afectadas por el terremoto fue Pisco, una conocida área de pescadores, que quedó inhabitable en un 85% y que sufrió también la inclemencia de un tsunami.
En la región Ica, a la que pertenece Pisco, hay un déficit de viviendas superior al 60%, según cifras de la Defensoría del Pueblo, por la falta de financiación.
El Gobierno del presidente Alan García creó un Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur) con recursos de la cooperación extranjera y del Tesoro Público, pero a la fecha sólo ha ejecutado el 23% de las obras proyectadas. El gerente de dicha entidad, Luis Consiglieri, atribuyó el retraso en las obras a las deficiencias de las municipalidades para elaborar los proyectos técnicos y aseguró que hay una "voluntad decidida" del Gobierno por acelerar las obras de infraestructura.
Una de las entidades internacionales involucradas en la reconstrucción de viviendas, Care Perú, informó que más de 10.000 familias rurales habitan en casas declaradas inhabitables desde el terremoto. "Es importante que el Gobierno gestione los recursos económicos necesarios para continuar con el proceso de reconstrucción, dando prioridad a las zonas más vulnerables", expresó Milo Stanojevich, director de Care Perú.
A su turno, el presidente regional de Huancavelica, Federico Salas, destacó la participación de la cooperación internacional en las obras para los damnificados, pero apuntó que se han realizado "dentro de focos piloto, no ha sido masivo". En tal sentido, Salas acusó al ministerio de Economía de no entregar los recursos destinados para la reconstrucción y denunció que Huancavelica sólo ha recibido el 24% del total disponible para esa región andina.
En ese clima de ansiedad, alrededor de mil pobladores de Pisco marcharon en demanda de la reconstrucción de su ciudad y bloquearon algunos tramos de la carretera Panamericana Sur. Los pobladores rompieron un cerco policial que les impedía bloquear el tránsito y quemaron neumáticos para atraer la atención de los conductores. También recordaron a sus fallecidos en diversas celebraciones litúrgicas realizadas a lo largo del día.

