Participantes de la cumbre anti-abusos del Vaticano propusieron ayer la realización de una "evaluación psicológica por expertos calificados" a los candidatos al sacerdocio y establecer "normas que rijan la transferencia de un religioso de una diócesis o congregación a otra", entre otras propuestas preliminares.

"Realizar una evaluación psicológica por expertos calificados y acreditados para los candidatos al sacerdocio y la vida consagrada", fue uno de los tantos puntos que la primera sesión de trabajo arrojó como conclusión de la deliberación de los 190 participantes del encuentro que empezó ayer y se extenderá hasta el domingo.

Otro de los ejes planteados por los grupos de trabajo en los que se dividieron los 114 presidentes de conferencias episcopales fue fijar "normas que rijan la transferencia de un seminarista o aspirante religioso de un seminario a otro; así como un sacerdote o religioso de una diócesis o congregación a otra".

El Vaticano propuso ayer a los participantes a la cumbre de obispos contra la pederastia una lista con 21 propuestas sobre las que meditar para establecer mecanismos que eviten los casos de abusos sexuales a menores de edad.

Entre esas propuestas, se plantea establecer protocolos específicos para la gestión de las acusaciones contra los obispos; elevar la edad mínima para contraer matrimonio a 16 años en el Derecho Canónico; proteger la presunción de inocencia en los juicios por abusos sexuales, evitando la publicación de listas de imputados antes de la investigación previa y la condena definitiva; respetar el principio de proporcionalidad de la pena y dictaminar que los curas y obispos culpables de abuso a menores abandonen su ministerio; formular códigos de conducta "obligatorios" para los curas o voluntarios para "definir los límites apropiados en las relaciones personales"; instituir un organismo de fácil acceso para las víctimas que deseen denunciar los delitos y que sea independiente de la autoridad eclesiástica local, con expertos clérigos y laicos.

El papa Francisco convocó ayer a la Iglesia a tomar "medidas concretas y eficaces" contra la pedofilia, al abrir la cumbre anti-abusos que convocó en el Vaticano hasta el domingo y en la que los miembros del clero ensayaron autocríticas por el rol de la curia y escucharon fuertes testimonios de víctimas de pederastia.

"Pesa sobre nuestro encuentro la responsabilidad pastoral y eclesial que nos obliga a discutir juntos, de manera sinodal, sincera y profunda sobre cómo afrontar este mal que aflige a la Iglesia y a la humanidad", reclamó Jorge Bergoglio, que participará de todas las sesiones de trabajo durante los tres días y cerrará la cumbre con una misa el domingo 24.

El Vaticano aseguró que "no hay un nexo" entre el celibato y los abusos sexuales por parte de miembros del clero a menores de edad y que por eso el tema no se mencionó durante la primera jornada de la cumbre anti-pedofilia que inauguró el papa Francisco ayer.