Chile, 14 de enero.- Jaime Ravinet, un líder opositor que pasó a integrar sorpresivamente el primer gabinete del presidente Sebastián Piñera, fue criticado los últimos días por decir que los militares no apoyarían al país en catástrofes si eran fiscalizados, según despacho de la agencia DPA.

"Tomo la decisión por razones particulares. La renuncia es indeclinable", dijo el otrora dirigente demócrata cristiano luego de reunirse con el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. "¿Qué quieren que les diga? Para mí fue un cargo muy bonito durante los diez meses que estuve en él", agregó.

La situación de Ravinet, quien simbolizaba el deseo de Piñera de traer gente de la oposición a su gabinete, derivó en fiscalizaciones en el Congreso y la Contraloría, órgano de control del Estado. La polémica surgió primero por la sospecha de supuestos actos de corrupción en las tareas de reconstrucción del país después del terremoto de febrero de 2010.

Supuestamente, según denunció la empresa inglesa Mabey Bridge, las Fuerzas Armadas compraron un puente de emergencia a Acrow Corporation en un precio U$S 2.000.000 superior al ofrecido por ellos. Ante los cuestionamientos, y las exigencias de trasparentar la decisión, Ravinet exigió al Consejo para la Transparencia no investigar el caso y dejarlo en el ámbito del "secreto militar".

"A futuro las Fuerzas Armadas serán renuentes a prestar colaboración a las autoridades civiles ante catástrofes de la naturaleza", escribió Ravinet. La crisis se volvió insostenible luego que la Contraloría y la oposición objetaran la compra de una casa al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Cristian Le Dantec en más de un millón de dólares, admitieron líderes oficialistas.

"Se veía venir su caída por una serie de equivocaciones", concluyó Carlos Larraín, presidente de Renovación Nacional, el partido de Piñera.