Argentina presentó ayer, en la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se desarrolla en la isla caribeña de Aruba, un documento que señaló la "alarmante profundización" del "hostigamiento permanente del poder gubernamental" hacia la prensa.
La Argentina denunció además la descalificación a periodistas y medios que incluyen casos de espionaje, escuchas telefónicas, trabas y discriminaciones en el acceso a la información pública, junto a un "plan estatal y sistemático" de avanzar contra Papel Prensa.
En su discurso inaugural, el titular de la Comisión de Libertad de Prensa, Robert Rivard, comparó las agresiones y descalificaciones a la libertad de prensa en la Argentina con las que existen en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, "donde los gobernantes llevan a cabo campañas que buscan afectar la credibilidad de los medios y manipular al pueblo". En el Informe argentino, que efectuó en la primera sesión de ese Comité Francisco Montes, de DIARIO DE CUYO, se señaló que la calidad de un Gobierno y de una democracia "se pueden medir por el grado de libertad de expresión y de prensa que gozan sus ciudadanos".
Añadió que "en la actualidad, el debilitamiento de las instituciones republicanas no se consigue por la fuerza, sino dominando a la prensa y a los medios de comunicación".
Según el Documento, la tensión actual en el país se debe a "las fricciones entre la vocación permanente de los medios por informar y los supuestos fantasmas que detecta permanentemente el Gobierno en ese libre ejercicio". Para Montes, "otra característica de los gobiernos actuales es la homogenización del discurso gubernamental que demuestra otra forma de autoritarismo".