El presidente ejecutivo de la petrolera British Pretoleum, Tony Hayward, al frente de la lucha de su compañía por contener un descontrolado derrame de crudo en el Golfo de México, se disculpó ayer por haber dicho que quería su "vida de vuelta".
Hayward, quien está en el centro del foco de los medios desde la explosión en abril de una plataforma que operaba un pozo de BP que dejó 11 muertos y originó la peor fuga de petróleo de la historia de EEUU, dijo en un comunicado que quedó consternado cuando leyó su comentario.
"Hice un comentario hiriente y desconsiderado", dijo Hayward en un comunicado. "Pido perdón, especialmente a las familias de los 11 hombres que perdieron sus vidas en este trágico accidente’, agregó.