Unas 500 personas fueron detenidas ayer al participar en protestas contra las elecciones que el domingo pasado consagraron a Vladimir Putin como presidente de Rusia. La capital, Moscú, y San Petersburgo fueron los principales escenarios de las marchas protagonizadas por activistas que se lanzaron a las calles para exigir nuevas elecciones ya que aseguran que la votación que consagró a Putin estuvo plagada de irregularidades.

Al grito de ‘¡Rusia sin Putin!‘, unos 20.000 opositores se reunieron en la plaza de Pushkin, cerca del Kremlin, para cuestionar los resultados.