El Partido del Movimiento Democrático Brasileño decidió ratificar su reclamo por mayor participación en la estructura gubernamental, en momentos en que resta definir la segunda línea del gabinete, aunque no se plantea votar en contra del Partido de los Trabajadores en el Congreso.
Los ministros del PMDB se reunieron con los líderes partidarios para analizar la distribución de espacios dentro del Gobierno de Dilma Rousseff, a raíz de las diferencias que amenazan con extenderse al Congreso. Las distintas versiones que surgieron del encuentro dieron cuenta ayer de que la cúpula del mayor partido brasileño le pedirá a Rousseff un tratamiento de aliado de primera hora, la división igualitaria del poder con el PT y la participación en todos los consejos políticos del Planalto.