Este lunes el embajador ruso en Ankara, Andrei Karlov, fue asesinado durante una muestra de arte en el Centro de Arte Contemporáneo de Ankara, la capital turca.

 

Tras conocerse la noticia de su muerte, el presidente ruso, Vladimir Putin, se refirió a lo sucedido como "una provocación para dañar la paz en Siria" y aseguró que el diplomático "ha sido asesinado de manera vil".

 

Además, el mandatario sostuvo que este ataque también tiene como objetivo "dañar los lazos ruso-turcos".

 

Turquía, uno de los países más críticos del régimen de Damasco, es, junto a Rusia, uno de los negociadores del alto el fuego que ha permitido la evacuación de civiles y rebeldes de Alepo Este.

 

Por otra parte, Putin calificó a Karlov como un "excelente diplomático" y aseguró que ahora "es necesario saber quién envió al asesino" y que la respuesta será "la intensificación de la lucha contra el terrorismo".

 

El asesino fue identificado como Mevlüt Mert Altıntaş, un joven de 22 años que desde 2014 se desempeñaba como policía y había sido asignado a la custodia del embajador ruso durante este evento.