El Papa se pronunció ayer en contra de la legalización de cualquier tipo de estupefaciente y rechazó además los tratamientos de desintoxicación que utilizan drogas sustitutivas. Francisco formuló estos conceptos al recibir en el Vaticano a los participantes de la XXXI edición de la Conferencia Internacional para el Control de Drogas (IDEC). Aseguró que ‘el flagelo de la droga continúa avanzando’.
