Rebeldes libios se mostraron animados por la aparente defección de uno de los hombres de mayor confianza de Muamar Kadafi, su ex canciller, y dijeron que esto presagia un derrumbe de su "régimen" desde adentro.

Horas después de la llegada a Londres del ex canciller Mussa Kussa y de que el Reino Unido afirmara que había renunciado, desatando el optimismo rebelde, un segundo funcionario libio de alta jerarquía anunció ayer su dimisión desde Egipto y dijo que no aceptará ningún otro cargo mientras Kadafi esté en el poder.

Ali Abdessalam Treki, un ex canciller y ex presidente de la Asamblea General de la ONU que había sido nombrado representante de Libia ante Naciones Unidas luego de una ola de defecciones al comenzar la revuelta contra Kadafi, dijo que tomó su decisión por el bien de su patria.

"No deberíamos dejar que nuestro país caiga en un destino desconocido. Es derecho de toda nuestra nación vivir en libertad, democracia y bienestar", dijo Treko en un comunicado emitido en El Cairo y difundido por varios sitios web opositores de Libia. Kussa llegó el miércoles por la noche a Gran Bretaña desde Túnez y el gobierno británico dijo que había renunciado. Kussa es considerado uno de los pilares y de los hombres más conocedores del gobierno de Kadafi, así que durante su presencia en el Reino Unido podría pasar información sensible, aunque las autoridades británicas dijeron que no tendrá inmunidad judicial.

"Creemos que el régimen está desmoronándose desde adentro", dijo el vocero opositor Mustafa Gheriani en Bengazi, la "capital" de facto de los rebeldes en el este de Libia, informó la cadena CNN. Gheriani agregó que Kadafi es "un lobo herido, y un lobo herido es mucho más peligroso que un lobo sano. Pero esperamos que continúen las defecciones y creo que se va a encontrar a sí mismo, con nadie a su alrededor".