Jacob Zuma anunció el miércoles que presentó su renuncia como presidente de Sudáfrica en cumplimiento de las órdenes de su propio partido, que le había dado un ultimátum para renunciar. Pese a manifestarse en "desacuerdo", Zuma comunicó su decisión final en un discurso en televisión poco antes del fin del plazo. 

Zuma, debilitado por un escándalo de desvío de fondos públicos, anunció en un discurso televisado a la nación que había llegado "a la decisión de dimitir como presidente de la República a efectos inmediatos".

El debate sobre la salida prematura del presidente, con mandato hasta 2019, responde a la disciplina interna del CNA, que obliga a sus miembros a acatar las decisiones del bloque, incluidos los cargos electos.