El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien se enfrentaba a una posible destitución por las denuncias de acoso sexual de 11 mujeres y a peticiones de renuncia por parte de sus compañeros demócratas, anunció ayer que dimitirá en 14 días para evitar lo que considera que serían "meses de controversias políticas y legales".

"Lo mejor que puedo hacer para ayudar es hacerme a un lado y dejar que el gobierno vuelva a gobernar", expresó Cuomo en su primer discurso en vivo, luego de que la semana pasada la Fiscalía diera a conocer unas investigaciones que cuestionaban su trato hacia mujeres de su entorno durante los últimos años.

Un día después de que la legislatura de Nueva York empezara a discutir si lo destituía mediante un juicio político, el tres veces gobernador -en el cargo desde 2011- precisó que su renuncia se hará "efectiva en 14 días".

Cuomo argumentó que su decisión de dar un paso al costado se debía a que una lucha por la destitución "consumiría al gobierno", costaría millones de dólares a los contribuyentes y "aturdiría a la gente".

Cuomo, quien entregará las riendas a la vicegobernadora Kathy Hochul, también demócrata y que se convertirá en la primera mujer gobernadora del estado Nueva York, había negado las acusaciones en el informe de la Fiscalía. "El informe decía que yo había acosado a 11 mujeres", manifestó Cuomo, y agregó: "Ese fue el titular que la gente escuchó y vio. La reacción fue de indignación. Tenía que serlo. Sin embargo, también era falso".

No obstante, asumió su "plena responsabilidad" si alguna mujer se sintió ofendida. "Se ha redibujado la línea", sostuvo y agregó: "Hay cambios generacionales y culturales que no he apreciado del todo. Pensé que un abrazo y rodear con el brazo a una empleada mientras se hacía una foto era amistoso", relató Cuomo.

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