La Policía macedonia reprimió ayer a una multitud de ansiosos refugiados agolpados en la frontera con Grecia, en medio del creciente nerviosismo de miles de personas que intentan continuar viaje hacia la Unión Europea tras un largo periplo desde países en guerra de Medio Oriente y Asia Central.
Más de 2.000 migrantes, en su mayoría refugiados sirios, afganos e iraquíes, cruzaron ayer a Macedonia desde Grecia y cerca de 8.000 más están del lado griego de la frontera a la espera de su turno para cruzar hacia la ex república yugoslava, según estimaciones de medios locales.
El Ministerio del Interior dijo que la Policía tuvo que intervenir ayer para contener a la multitud, luego de que se desataran peleas, empujones y forcejeos entre los mismos migrantes ante su deseo de cruzar y entre ellos con la Policía. La tensión con la Policía, una constante de los últimos días en esta frontera, se desató porque los agentes sólo dejaban pasar un pequeño grupo cada media hora, algo que los refugiados encontraban insuficiente y demasiado lento, dijo un vocero del Ministerio. Al menos tres migrantes fueron golpeados por policías con sus machetes, informó la cadena de noticias BBC.
En tanto, cientos de refugiados procedentes de países en conflicto de Oriente Medio entraron ayer en Hungría procedentes de Serbia, mostrando que continúa el éxodo de quienes buscan una vida en Europa alejada de la violencia. Muchos de los refugiados que entran en Hungría tienen como primer interés saber cómo cruzar y salir del país sin que las autoridades locales los identifiquen y registren.
Su temor es que la aplicación de la normativa europea les acabe trayendo de vuelta al intentar cruzar a otro país, al ser Hungría el primer Estado comunitario en el que queda constancia de su paso. Durante el pasado fin de semana, unos 16.000 refugiados
procedentes de Hungría pasaron a Austria y luego a Alemania sin que en ningún momento fueran controlados.

