Los ministros de Finanzas de la zona euro acordaron adelantar a España 30.000 millones de euros del rescate financiero y otorgar al país un año de gracia para cumplir con el objetivo de déficit de la Unión Europea a cambio de más ajuste fiscal, despidos de empleados públicos y supervisión europea, así anunciaron ayer las autoridades.
Tras una reunión de nueve horas en Bruselas, el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Junker, anunció que los socios de la zona euro alcanzaron un acuerdo político sobre las condiciones del rescate para España.
En ese sentido, decidieron movilizar antes de final de mes una primera línea de crédito de 30.000 millones de euros que se destinarán a cubrir las necesidades urgentes del sector bancario español.
De esta forma, el gobierno de Mariano Rajoy dispondrá de inmediato de los fondos para inyectar en las entidades con mayores problemas como Bankia, que tras ser intervenida para evitar su quiebra reveló que necesita 19.000 millones de euros para sanear su balance, plagado de activos derivados de la explosión de la burbuja inmobiliaria.
El acuerdo del Eurogrupo quedará plasmado en el memorando de entendimiento del rescate a España, cuya firma se concretará el próximo 20 de julio, indicó Junker.
Los socios europeos facilitarán a Madrid hasta 100.000 millones de euros, que serán inyectados a través del ente público FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), bajo rigurosas condiciones no sólo para los bancos que reciban las ayudas sino para el conjunto del sistema financiero español.
Pero además, el gobierno de España tendrá que cumplir plenamente con las exigencias marcadas para poner fin al déficit excesivo y con las recomendaciones específicas de la Unión Europea al respecto, como una suba del IVA (a pesar de que el propio Rajoy rechazó esta posibilidad en varias ocasiones), la eliminación de la deducción por la compra de vivienda y una rebaja salarial para los empleados públicos, entre otras medidas impopulares que pueden provocar una recesión más profunda.
