"Le pigeon aux petits pois", de Pablo Picasso, y otras cuatro obras maestras de Henri Matisse, Georges Braque, Amédeo Modigliani y Fernand Léger, valuadas en 124,2 millones de dólares, fueron robadas ayer del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París por un individuo encapuchado que penetró por una ventana del centro.
El golpe, uno de los más importantes registrados en Francia en los últimos años, "es un delito grave para la humanidad", dijo Christophe Girad, responsable de Cultura del Ayuntamiento de París, propietario del centro.
El "picasso", un óleo sobre lienzo de 65 centímetros de alto y 54 de ancho pintado en 1912, es la obra más cara de las cinco sustraídas y su precio ronda los 22 ó 23 millones de euros, según Girard.
El resto, "La pastorale", de Matisse; "L’olivier près de l’Estaque", de Braque; "La femme à l’éventail", de Modigliani; y "Nature morte aux chandeliers", de Léger, tienen una valoración más baja, según el concejal de Cultura.
Los cinco cuadros sustraídos formaban parte del centenar de obras fundamentales que albergan los depósitos de un museo que cuenta con unas 8.000 piezas representativas de las principales corrientes artísticas del siglo XX.
La investigación se centra ahora en saber cómo se produjo el robo, descubierto por los vigilantes a primera hora de la mañana, cuando efectuaban la habitual ronda previa a la apertura del museo.
Hay dudas sobre las medidas de seguridad del centro, sobre todo después de que sus responsables se negaran a confirmar si el museo disponía de una alarma.
Girard detalló que tres guardianes vigilan durante toda la noche el museo, equipado con cámaras de seguridad, pero se negó a desmentir las informaciones según las cuales carece de alarma.
"Tenemos que ver cómo los ladrones lograron burlar el sistema de seguridad", indicó el concejal, quien precisó que el golpe fue obra de "uno o dos individuos" bien organizados.
Fuentes próximas a la investigación revelaron que las cámaras de seguridad grabaron cómo un hombre encapuchado rompía un candado y el cristal de una ventana y se colaba dentro del edificio, una construcción de estilo Art Déco levantada para la Exposición Universal de 1937.
Los tres guardias están siendo interrogados por la policía, que además busca huellas dactilares en los marcos que adornaban las obras robadas y en el resto del museo, que permanecerá cerrado al público mientras dure la investigación.
Girard no descarta revisar las normas de seguridad del centro, aunque señaló que muchos de los principales museos del mundo han sido víctimas de importantes robos.

