La Fiscalía ordenó ayer la apertura de una investigación por el robo de tres grandes brocas perforadoras valoradas en unos 120.000 dólares en la mina San José, donde se encuentran atrapados 33 obreros chilenos, informaron fuentes judiciales.

Las máquinas, que estaban guardadas en un almacén, no se estaban empleando en las tareas de rescate de los mineros.

Las tres perforadoras se encontraban en una bodega que es propiedad de la empresa San Esteban, dueña del yacimiento, y que está ubicada en un área restringida. Las perforadoras pertenecen a una empresa contratista que trabaja para la minera San Esteban. El robo se detectó cuando el encargado de la bodega se percató de la ausencia de las máquinas.