La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó ayer que la Justicia debe ‘castigar los abusos‘ cometidos durante las protestas que se vienen repitiendo en el país desde el pasado mes de junio, luego de que ayer una nueva manifestación dejara 80 detenidos en la ciudad de San Pablo.
Las declaraciones de la mandataria a través de la red social Twitter se produjeron un día después de que un coronel de la Policía Militar (PM) fuera agredido por un grupo de integrantes del movimiento ‘Black Block‘ en la protesta que se realizó en San Pablo por el precio del transporte público. Rousseff trasladó su solidaridad al coronel Reynaldo Simões Rossi, quien, en su opinión, fue atacado ‘cobardemente‘ por el Black Block, que defiende el uso de la violencia en las manifestaciones.
