Rusia avisó ayer que defenderá a Siria en caso de un ataque militar exterior, lo que sumó tensión a los planes de ataque del presidente norteamericano, Barack Obama, al régimen sirio que lidera Bachar al Asad. Esta pronunciación llegó horas antes del cierre de la Cumbre del G20 en San Petersburgo, que no apoyó el plan de ataque de EEUU, pero que tampoco logró persuadir a Obama que el próximo martes dará un mensaje a pueblo estadounidense sobre la guerra que se viene.

‘¿Vamos a ayudar a Siria? Sí‘, afirmó ayer el presidente ruso, Bladimir Putin en respuesta a una pregunta sobre qué hará Moscú en caso de una intervención militar exterior en Siria, en la rueda de prensa.

Putin agregó: ‘Ya estamos ayudando. Suministramos armas y cooperamos en el terreno económico‘.

‘Confío en que habrá más cooperación en el ámbito humanitario incluido los suministros de ayuda a la población civil que está en una situación muy difícil‘, dijo. Además, aseguró que los planes de EEUU de lanzar un ataque ‘limitado‘ a Siria sólo cuentan con el respaldo de cinco países del G20: Francia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y el Reino Unido, aunque destacó que el Parlamento de este último país manifestó su rechazo a la acción militar contra el país árabe. Putin advirtió una eventual acción militar contra Siria dificultaría enormemente la solución al problema nuclear en la península coreana.

Por su parte Obama afirmó que ‘seguimos pensando que el régimen de Al Asad usó armas químicas y es una tragedia… Debe haber una respuesta firme y medidas serias‘ para castigar a Damasco, pues las armas químicas son un peligro para toda la región‘, afirmó el presidente de EEUU en rueda de prensa al final dela cumbre. El mandatario reconoció que para muchos países del G20 consideran inaceptable lanzar un ataque sin el aval del Consejo de Seguridad de la ONU.