Rusia busca recuperar la hegemonía espacial tras la jubilación de los transbordadores estadounidenses, que han dejado a las legendarias naves Soyuz como único eslabón entre la Tierra y la plataforma orbital.

"Las Soyuz son absolutamente fiables. No hay motivo para preocuparse. Además, son mucho menos costosas que los transbordadores", aseguró a Efe Vitali Davídov, subdirector de la agencia espacial rusa (Roscosmos), recordando que la NASA jubiló a los transbordadores porque los considera naves muy antiguas y costosas para mantenerlas en vuelo.

Medio siglo después de la hazaña del primer cosmonauta de la historia, Yuri Gagarin, las Soyuz asumen de nuevo el protagonismo de la carrera espacial. "No hemos dejado de evolucionar. La seguridad es la máxima prioridad. Ahora, las nuevas Soyuz (TMA-M) están equipadas con sistemas computarizados digitales y no analógicas como antaño", apuntó.

De esta forma, Davídov salió al paso de las reservas planteadas por algunos expertos estadounidenses sobre los peligros de que las Soyuz no dispongan en los próximos años de alternativa en sus travesías a la plataforma orbital tras el aterrizaje el jueves pasado del transbordador Atlantis.

"Las Soyuz garantizan todas las necesidades de la Estación Espacial Internacional (EEI). Es verdad que no tendremos relevo durante varios años, pero contamos con una treintena de Soyuz y cargueros Progress en funcionamiento o en construcción", comentó.

Las naves rusas, que sufrieron dos catástrofes mortales en 1967 -en su primer vuelo tripulado- y 1971, en las que murieron cuatro cosmonautas, no han registrado ningún accidente grave desde la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991. Mientras, catorce astronautas estadounidenses perdieron la vida en las explosiones de los transbordadores Challenger en 1986 y Columbia en 2003.

"Las Soyuz y los ‘shuttle’ (transbordadores) son incomparables. Son naves de distinta clase. Nuestras naves están diseñadas para el traslado y retorno de cosmonautas, pero no para el transporte de carga, mientras los transbordadores pueden llevar hasta 30 toneladas’, apuntó Davídov que considera que los transbordadores son un hito en la historia de la conquista espacial. Pero recuerda que su jubilación es inevitable debido a su alto costo, ya que cuando nació el proyecto hace 30 años se habló de que para garantizar su rentabilidad debían efectuarse entre 10 y 15 vuelos anuales.

Al respecto, el legendario cosmonauta soviético Vladímir Titov, que voló tanto en las Soyuz como en el Atlantis y el Discovery, opina que las naves rusas son más confortables para el despegue, pero las estadounidenses lo son mucho más en el aterrizaje.

Otra diferencia es que las Soyuz pueden llevar únicamente a tres cosmonautas a bordo, mientras los transbordadores podían llevar hasta siete tripulantes, añadió a la agencia oficial RIA-Nóvosti.