Italia 16 de septiembre.- Equipos de ingenieros comenzaron a levantar el casco del crucero Costa Concordia, el inicio de una de las operaciones más complejas y costosas de salvamento marítimo jamás intentada.

El enorme casco de 114.500 toneladas lleva tendido sobre un costado desde hace más de 20 meses, dominando el pequeño puerto de la isla toscana de Giglio donde chocó contra las rocas el 13 de enero de 2012, causando la muerte de 32 personas.

Tras un retraso de tres horas ocasionado por una tormenta nocturna que interrumpió los preparativos finales, los equipos comenzaron las operaciones, que iban a durar toda la jornada, a las 9 de la mañana.

En contraste con el accidente -una serie de contratiempos y malas decisiones por los que el capitán del Costa Concordia, Francesco Schettino, afronta múltiples cargos-, la operación de salvamento ha sido una acción de ingeniería estrechamente coordinada.

Con un costo estimado hasta ahora de más de 600 millones de euros, se espera que la recuperación del casco sea la más cara registrada hasta ahora, suponiendo más de la mitad de unas pérdidas globales en seguros que superan los 1.100 millones de dólares.

Un equipo multinacional de 500 ingenieros en salvamento han pasado en la isla la mayor parte del año pasado, estabilizando el barco y preparándolo para girarlo lentamente, operación que debe concluir para que el barco sea luego retirado y desarmado.

El Costa Concordia, que tiene una longitud de más de tres campos de fútbol y que puede transportar más de 4.000 pasajeros y tripulación, se hundió cuando las rocas hicieron una gran fisura en el casco después de que el barco se acercara demasiado a la costa.

Schettino ha sido acusado de múltiples cargos de homicidio y de causar el hundimiento, pero el accidente ha planteado dudas sobre el riesgo y costo de operar y asegurar barcos de este tamaño.

Las aseguradoras marítimas que tienen que calcular el costo de cubrir una serie de grandes cargueros y cruceros seguirán de cerca el plan en Giglio, conscientes de que cualquier problema podría tener un impacto significativo en futuros seguros.

Los ingenieros dicen que confían en que la operación sea un éxito, aunque el proceso nunca se ha intentado antes en unas condiciones tan difíciles debido al tamaño.

"Lo hemos hecho antes, pero nunca en un lugar como éste", dijo Nick Sloane, ingeniero sudafricano que coordina la recuperación para la empresa Titan Salvage, a Reuters cuando comenzaron los últimos preparativos.

"Se encuentra ladeado sobre una montaña de lecho marino, sostenido sobre dos arrecifes y se trata de un barco realmente grande, tiene el tamaño de tres campos de fútbol, de cientos de miles de toneladas, así que nunca se ha hecho a esta escala", agregó.

Se prevé que la operación dure 10-12 horas, siendo la fase más delicada al inicio, cuando las poleas hidráulicas comiencen a sacar cientos de toneladas de metal del fondo marino.

Una vez que el barco sea levantado, los equipos de salvamento comenzarán las tareas de estabilización del barco, preparándolo para ser reflotado con la ayuda de seis gigantescos tanques para que luego sea retirado del lugar para su desarme, probablemente en la próxima primavera.