­El gobierno del presidente Barack Obama decidió imponer sanciones unilaterales contra el régimen de Muammar Kadafi, en Libia. De esta forma EEUU se le adelanta a la comunidad internacional, en especial a la Unión Europea, que aún no se ha puesto de acuerdo sobre qué sanciones aplicarle al régimen.

El anuncio lo realizó en una conferencia de prensa, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney. Entre las medidas que especificó está el congelamiento de venta de armas a Libia y la "muy limitada" cooperación militar existente entre los dos países.

Además evalúan que Kadafi "rinda cuentas", y se incluyen la imposición de un embargo de armamento y la congelación de fondos del régimen.

Dentro del proceso de coordinación, Obama, se reunirá el próximo lunes con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, en la Casa Blanca.

El anuncio de las medidas se produce apenas una hora después de que partiera un avión con los últimos ciudadanos estadounidenses evacuados de Libia, incluidos los últimos diplomáticos presentes en el país.

Tras la partida de este avión, la embajada de EEUU en Trípoli ha quedado "cerrada", indicó Carney.

Acerca de la simultaneidad de la evacuación con el anuncio de sanciones, el portavoz presidencial insinuó que la Casa Blanca esperó para hacer el anuncio para no poner en peligro la vida de los estadounidenses que estaban en Libia. "Nuestro foco está en nuestra obligación de garantizar la seguridad de los ciudadanos estadounidenses y de asegurarnos que las medidas que tomamos son las apropiadas".

Según afirmó, "Kadafi ha perdido la confianza de su gente, está supervisando una violencia brutal contra su gente y ha perdido toda legitimidad a los ojos de su pueblo".

Aunque Carney no lanzó un llamamiento directo a la salida del líder libio, algo que "debe ser algo que decidan sus ciudadanos", dijo que "está claro que la mayoría de la población ha expresado que el continuo uso de la violencia, las claras violaciones de los derechos humanos, son totalmente inaceptables".