Tras haber realizado por estos días su última visita a la Estación Espacial Internacional (EEI), el transbordador Discovery cuenta las horas para su último adiós. Si todo sale como está previsto, el transbordador espacial norteamericano llegará hoy a la Tierra para pasar definitivamente a retiro, con sus 27 años de edad.

Su visita a la EEI fue la última misión del Discovery, el más viejo de los tres transbordadores estadounidenses, que este año terminará en un museo. El transbordador espacial, que entró en operación en agosto de 1984, regresa a la superficie hoy, si el clima lo permite.

La nave, bautizada en honor de uno de los barcos que usó el explorador James Cook en sus travesías por los parajes del Pacífico Sur, fue la que reanudó los vuelos espaciales tras el accidente del Challenger y luego del Columbia. En él se lanzó el renombrado telescopio espacial Hubble y le dio asiento a la primera astronauta piloto en un transbordador.

En su misión final, el Discovery llevó a la Estación Espacial el módulo Leonardo. Durante su misión de más de diez días, la tripulación desarrolló investigaciones en los campos de la biotecnología, biología, tecnología y humano (estudios cardiovasculares). La nave puso otra marca: el astronauta Steven Bowen fue el primero en volar en dos misiones consecutivas, al haber reemplazado a Tim Kopra, accidentado en enero.

El Discovery es el transbordador con mayor trayectoria de la historia. Ha dado más de 5.000 vueltas a la Tierra. Su última misión empezó el 24 de febrero para entregar suministros, materiales y comida a la EEI. Pero no sólo por eso es peculiar. Este último viaje tuvo entre sus tripulantes a alguien especial.

Además de los 6 astronautas que integran la tripulación, viajó un robot con forma humanoide llamado Robonaut o cariñosamente R2, un homenaje a la famosa serie de películas "Star Wars" y a "R2- D2" (Arturito) que cautivaba la atención del público con su humor.

Estados Unidos finalizará el programa de transbordadores en el 2011 para invertir dinero en el desarrollo de naves que puedan viajar más lejos en el espacio, con la meta de llevar astronautas a un asteroide y eventualmente a Marte. En 2010, el presidente estadounidense, Barack Obama, firmó una ley según la cual, a partir de ahora, los astronautas serán puestos en órbita mediante servicios de lanzamiento de gestión privada, por cuestiones de costos.

La compañía californiana Space X firmó un contrato de U$S1.600 millones con la agencia estadounidense del espacio (NASA, por sus siglas en inglés) para la construcción de 12 naves que abastezcan a la Estación Espacial Internacional.

Están planeados dos vuelos más de otros transbordadores antes de que la agencia espacial termine su programa de 30 años. El 19 de abril, el Endeavour despegará con el experimento científico más caro de la estación, el detector de partículas

Alpha Magnetic Spectrometer de 2.000 millones de dólares. La última misión, un cargamento a bordo del Atlantis, partirá el 28 de junio.

Esta última del Discovery concluirá, tal como está previsto, cuando hoy aterrice en el Centro Espacial Kennedy en Florida a las 11.57 hora del Este (13.57 de Argentina) o a las 13.34 (15.34 de Argentina) si se retrasa en la primera oportunidad.