Los uruguayos deben armarse de paciencia por estos días en caso de querer viajar al exterior, retirar dinero de cajeros automáticos o realizar trámites. Incluso tienen que guardar la basura en sus casas. Todo por la ola de huelgas que desde hace dos semanas enfrenta el país.
La espiral conflictiva tiene su explicación en los reclamos de mejores salarios de los sindicatos, mientras el Parlamento inició ayer el estudio de la ley de Presupuesto de gastos del Gobierno del presidente, José Mujica, para el período 2010-2015.
Los controladores aéreos, que dependen del Ministerio de Defensa Nacional, retomaron ayer los paros de tres horas al día en los aeropuertos del todo el país para reclamar mejores salarios y un estatuto que regule la actividad, lo que origina el retraso de los vuelos.
La banca oficial se mantiene en conflicto desde hace más de dos semanas, situación que afectó el pago de cheques, que se acumularon por miles, y deja sin dinero a los cajeros automáticos.
Los funcionarios de la Intendencia de Montevideo, donde reside la mitad de los 3,4 millones de habitantes del país, también están en conflicto para reclamar mejores pagas, lo que dificulta realizar trámites. Las movilizaciones en los servicios municipales, y la negativa a realizar horas extras de sus trabajadores, ha provocado problemas para la recolección de basura que se acumula en algunas zonas de la capital.
La Asociación de Escribanos del Uruguay también realizará una huelga de tres días a partir del 1 de diciembre en defensa de su caja de auxilio. Durante la paralización no se podrán realizan inscripciones de compra y venta, ni ninguna actividad que necesite el control de un notario, como son los sorteos de la lotería y quiniela.
Los sindicatos de la construcción, de la industria textil y del transporte de granos también están en conflicto y realizan movilizaciones para reclamar a sus empleadores mejores salarios y otras reivindicaciones.
El diputado Pablo Iturralde, del Partido Nacional o Blanco, el principal de la oposición, anunció que pedirá al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, que de explicaciones en el Parlamento sobre la conflictividad y las medidas que está tomando el Gobierno. "Es inadmisible que todos los días la gente comienza su jornada como rehén de conflictos, paros y piquetes", dijo Iturralde.
Los funcionarios de la Universidad de la República también comenzaron ayer una huelga para reclamar mejores salarios y a partir de hoy proyectan ocupar durante tres días la Facultad de Medicina. Los judiciales, que la semana pasada ocuparon por segunda vez en la historia la Suprema Corte de Justicia, también paralizan sus tareas y realizan una asamblea para determinar si aceptan la propuesta de los legisladores del oficialista Frente Amplio (FA) de una redistribución de la partidas para salarios.
El FA tiene la mayoría en el Parlamento y con sus votos se aprobará la ley de Presupuesto, pero diferentes sindicatos negocian y presionan a los legisladores para lograr beneficios adicionales.
Los funcionarios públicos, agrupados en la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), realizarán mañana un paro de doce horas en Montevideo y de 24 horas en el resto del país igualmente para reclamar mejores salarios.

