Al menos 16 personas murieron y 200 resultaron heridas en Italia, mientras otras 8.000 fueron evacuadas a causa de la serie de terremotos que sacudieron ayer de nuevo la región de Emilia Romagna, en el Noreste del país.

Los sismos tuvieron lugar en la provincia de Módena, la misma zona en la que ya se produjo el terremoto del pasado 20 de mayo. El primer terremoto se registró a las 09.00 hora local (04 hora argentina) y pudo sentirse en todo el Norte y centro de Italia. Tras este primer sismo, la tierra siguió temblando en el Norte del país, con numerosas réplicas durante toda la jornada, entre ellas una de 5,3 grados alrededor de las 13.00 hora local (9 hora argentina) manteniendo en vilo a la población, mientras los equipos de rescate buscaban entre los escombros a los desaparecidos, de los cuales encontraron seis de las siete personas.

Las autoridades, por su parte, dispusieron ayer nuevos espacios para alojar a los cerca de 14.000 evacuados -entre los sismos de ayer y del pasado 20 de mayo- habilitando estructuras hoteleras además de campamentos.

Entre los muertos no se encontraron víctimas argentinas, informó el cónsul argentino en Milán, Gustavo Moreno. Aunque no corrieron con la misma suerte un marroquí y un indio, que perdieron la vida en la localidad de San Felice sul Panaro tras el derrumbe de la nave industrial de la empresa de construcción en la que trabajaban y un técnico italiano, que había acudido a la fábrica, precisamente para comprobar su estabilidad. Otras dos personas fallecieron a causa de derrumbes en otra fábrica, que ayer retomó su actividad después haber sido declarada segura tras el pasado terremoto, mientras un anciano murió al ser golpeado por una cornisa en Concordia; otra víctima mortal se produjo en Finale Emilia, también al desplomarse su casa. Por otro lado, un párroco falleció después de que le cayera encima una viga, que se desprendió durante una de las réplicas, mientras intentaba poner a salvo una pequeña estatua de la Virgen situada en el interior del templo.

Los sismos provocaron además numerosos daños materiales con derrumbes en importantes edificios históricos como el castillo delle Roche de Finale Emilia, o la cúpula del campanario de la basílica Palatina de Santa Bárbara, en el palacio ducal de Módena.

Fuente: Efe y Télam.