Los stents liberadores de droga o ‘farmacológicos‘ se convirtieron, según especialistas, en la opción más eficaz para muchos pacientes con enfermedad coronaria, ya que lograron reducir el riesgo de reobstrucción de la arteria a menos del 10%.
El stent es una malla metálica expandible cilíndrica que se coloca en el interior de las arterias, venas u otros órganos huecos, cuando presentan obstrucciones mayoritariamente debido al colesterol y otras grasas.
‘Uno de los principales problemas al colocar un stent en la arteria es el riesgo de reobstrucción, que ocurre porque el organismo forma tejido cicatrizal alrededor del dispositivo‘, destacó Ernesto Torresani, presidente del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI).
El especialista explicó a Télam que por ese motivo se pensaron alternativas ‘tales como stents recubiertos de fármacos, que evitan la proliferación celular y tienen un riesgo de reobstrucción arterial de entre el 7 y el 10%, contra cerca de un 30% para los stents tradicionales”.
‘Cuando por primera vez se presentó un estudio sobre el uso de stents con droga, había muchas dudas. Se había logrado disminuir el riesgo de reobstrucción de la arteria coronaria, pero aún existía controversia en torno a cuándo era el momento adecuado para que se liberara el fármaco, o cuál era la mejor medicación a utilizar‘, dijo.
Luego de más de 12 años de uso, se perfeccionaron los tiempos de liberación de la droga, el método de colocación y otros aspectos que permitieron avanzar en el tratamiento de las obstrucciones.
‘En la actualidad, esas dudas quedaron atrás‘, enfatizó Alfredo Bravo, especialista en Cardioangiología y miembro del CACI. ‘Por un lado, se mejoró la estructura del stent; por el otro, se incorporaron nuevas drogas y se trabajó sobre el tiempo más propicio para liberarlas, y por último, se puso énfasis en el método de colocación‘, precisó.
Sin embargo, un registro realizado en 67 centros médicos de todo el país en 2010, señaló que en la Argentina apenas algo más de un tercio de los procedimientos se realiza con stents farmacológicos.
“Uno de los problemas no menores para la colocación de estos stents es que son bastante más caros que los convencionales”, precisó Torresani y agregó que en relación a esto “tenemos un plan médico obligatorio bastante desactualizado, ya que la evolución del conocimiento médico, felizmente, es en estos tiempos realmente rápida”.
Arturo Fernández Murga, especialista en Cardioangiología del CACI, explicó que el stent farmacológico es más efectivo cuando el riesgo de reobstrucción es mayor al habitual.
“Hay factores que favorecen la reobstrucción, algunos propios del paciente, como la diabetes, y otros de las arterias y de la lesión a tratar; cuanto mayor sea la obstrucción y menor el diámetro de la arteria corremos más riesgos de que se reobstruya, por eso la conveniencia de colocar estos stents liberadores de droga”, explicó Fernández Murga.
Y precisó que este tipo de dispositivo “no se indicaría en pacientes con riesgo de hemorragia, cirugía programada importante a corto plazo, u otras situaciones semejantes‘.