Luego de ser señalado como el malo de la película, el ex jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, está cerca de que quede desestimado un caso en el que se lo acusa de agresión sexual en EEUU. Hasta incluso quedará en condiciones de demandar a quienes lo acusaron.
Por estas horas, el New York Post citó a un destacado investigador anónimo diciendo que los fiscales de EEUU retirarían los cargos de agresión sexual contra el ex jefe del FMI en dos semanas o antes. Es que existen dudas sobre la credibilidad de la presunta víctima de agresión sexual. ‘Su credibilidad es muy mala ahora, sabemos que no podemos sostener el caso con ella‘, dijo la fuente al diario, refiriéndose a la mucama guineana del hotel que acusó a Strauss-Kahn de intentar violarla en su habitación de un lujoso hotel en Manhattan (EEUU). A raíz de este episodio, Strauss-Kahn, de 62 años, fue detenido el 14 de mayo en el aeropuerto JFK de Nueva York y posteriormente renunció como director gerente del FMI.
Pero el escándalo cambió de rumbo cuando la Fiscalía de Manhattan ofreció el viernes pasado detalles de las ‘mentiras‘ en las que cayó la mujer que acusó a Strauss-Kahn de asalto sexual e intento de violación, lo que llevó al juez a poner fin al arresto domiciliario del ex jefe del FMI.
La Fiscalía detalló que la mujer mintió durante la investigación sobre lo ocurrido inmediatamente después del incidente en el Hotel Sofitel. También reconoció haber engañado a los servicios de inmigración para pedir asilo político en EEUU hace siete años.
Según el documento, la denunciante afirmó ante un gran jurado que tras escapar de la suite de Strauss-Kahn permaneció en el pasillo de la planta 28 y no denunció lo ocurrido a una supervisora del hotel hasta que vio al político francés abandonar la habitación y subirse al ascensor.
Sin embargo, días más tarde reconoció que la secuencia de los hechos no fue exactamente así y detalló que después de lo ocurrido en el interior de la suite procedió a ‘limpiar otra habitación‘ antes de denunciar el incidente con Strauss-Kahn a la supervisora.
Por otro lado, la denunciante reconoció haber mentido sobre las circunstancias de su llegada a EEUU en 2004 con un visado ‘fraudulento‘, y en la petición de asilo que presentó ese año, en la que certificó que tanto ella como su marido habían sido golpeados por el régimen guineano. Durante la investigación sobre el incidente con el ex jefe del FMI, la mujer admitió a los fiscales que se inventó los hechos denunciados en la petición de asilo.
Además, la presunta víctima estaba involucrada con un traficante de drogas encarcelado; habló con él sobre cómo sacar provecho al presentar cargos contra Strauss-Kahn.
Asimismo, el diario New York Post afirmó que la mujer ‘hacía labores dobles como prostituta‘ del lujoso hotel en el que trabajaba y en el que supuestamente Strauss-Kahn cometió la agresión. Tras estas inconsistencias, una de las posibilidades es que el ex titular FMI pase del banquillo de los acusados a la mesa de demandante en caso de que termine cerrándose el expediente por supuesto ataque sexual.
En teoría, Strauss-Kahn podría optar por abrir demanda en cadena contra la policía de Nueva York, la fiscalía de Nueva York, la mucama que lo acusó y hasta el Hotel Sofitel, donde se alojó y cuyos directivos avalaron la demanda de la mucama.
Pero eso podría dejar su pasado sometido a más escrutinio, algo que no está claro que el francés quiera hacer.