El gobierno británico anunció ayer un aumento del IVA del 17,5 al 20%, así como recortes sociales y un impuesto bancario a partir de enero de 2011, para reducir el déficit presupuestario en un plazo de cinco años.
Las radicales medidas fueron presentadas en un "presupuesto de emergencia" del gobierno formado por conservadores y liberaldemócratas seis semanas después de que asumiera el poder.
El ministro de Economía, George Osborne, dijo durante la presentación que las propuestas son "duras pero justas".
Además de la suba del IVA, el gobierno anunció la congelación por dos años de los sueldos de los empleados públicos a partir de cierto nivel, el recorte de servicios sociales -como subsidios para la vivienda o la subvenciones para los recién nacidos- y el adelanto de un aumento de la edad jubilatoria.
También la Casa Real tendrá que ahorrar y verá congelada su atribución por parte del Estado.
