Buenos Aires, 2 de agosto.- En uno de los ataques tres soldados estadounidenses murieron en el este del país al ser detonada al paso de un convoy una bomba colocada en la carretera, explosión que fue seguida por un combate entre los soldados y las fuerzas islamistas talibanes, informó hoy la alianza en un comunicado.
En la norteña provincia de Kapisa, en tanto, murió un soldado francés en una operación militar contra los talibán de la que participaron unos soldados 160 franceses, 60 afganos y diez estadounidenses.
Por otra parte, añade el comunicado de la OTAN, la explosión de dos bombas en el sur de Afganistán causó la muerte otros dos soldados de la ISAF.
Ayer, cuatro soldados afganos murieron en el distrito de Gerishk, en Helmand, cuando su vehículo fue alcanzado por otro potente explosivo colocado en una carretera, informó el Ministerio de Defensa afgano en un comunicado.
La violencia alcanzó su mayor nivel desde que los talibanes fueron derrocados en el 2001, a sólo tres semanas de las elecciones presidenciales que se celebrarán y que la insurgencia talibán prometió interrumpir y boicotear.
Ante este hecho, el gobierno afgano aseguró hoy que reaccionará "con firmeza" si se producen acciones armadas o manifestaciones violentas contra las elecciones previstas el 20 de agosto.
"El ministerio del Interior reaccionará con firmeza contra aquellos que intenten imponer su voluntad al pueblo de Afganistán con las armas", sostuvo el gobierno en un comunicado.
Asimismo, advirtió que las declaraciones que puedan provocar "destrucciones, saqueos y que perturben la seguridad de los ciudadanos podrán ser objeto de procedimientos judiciales y llevar a la pena de muerte".
Las fuerzas talibán regresaron a la convulsa provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, luego de culminada la hasta ahora mayor ofensiva de las fuerzas alemanas en la región contra los insurgentes, informó hoy el jefe de la administración del distrito de Jar Darah, Abdul Wahid Omarkhel.
Según el funcionario, numerosos insurgentes huyeron al comienzo de la operación el 19 de julio, mientras otros ocultaron sus armas y se escondieron entre la población.
"Ahora los primeros regresaron y lo segundos volvieron a tomar las armas", añadió.
Las fuerzas alemanas declararon finalizada la operación, en la que participaron 300 soldados alemanes y 900 afganos, el pasado martes, indicó la agencia de noticias DPA.
En ella murieron cuatro soldados afganos y 17 insurgentes, según datos afganos. El gobernador de Kunduz anunció entonces que el distrito de Jar Darah había sido limpiado de talibanes y de la red Al Qaeda.
En Londres, en tanto, el comité del Exterior de la Cámara Baja del Parlamento se propone reducir las tareas de la misión en Afganistán debido al aumento de bajas entre los soldados y la consiguiente pérdida de respaldo de la población, señala un informe dado a conocer hoy.
El portal digital Icasalties (www.icasualties.org) indica que en julio perdieron la vida 75 soldados extranjeros en el convulsionado país centroasiático.