En la misma vía. Michel Temer y Manuel Santos pusieron foco el la crisis humanitaria que atraviesan miles de venezolanos que huyen a países de la región para escapar del régimen, el hambre y la pobreza.

El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó ayer que el creciente éxodo de venezolanos que huye de la severa crisis económica y humanitaria de su país "perturba a América latina", luego de que pobladores de un municipio brasileño atacaran a un grupo de refugiados venezolanos como represalia por la muerte de un vecino.

La situación causada por la emigración de venezolanos fue uno de los temas principales de la agenda de la reunión de trabajo que Temer mantuvo ayer en Brasilia con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

"El éxodo venezolano hacia Brasil y Colombia perturba a América latina", sostuvo Temer en la conferencia de prensa que dio junto a Santos después de la reunión.

"Lo que queremos es la pacificación política en Venezuela, la democracia plena en las elecciones y la no agresión a los que se oponen al régimen" del presidente Nicolás Maduro, agregó Temer.

Asimismo, Santos aseguró que Brasil y Colombia seguirán "trabajando en todos los frentes por la pronta recuperación de la democracia en Venezuela" y reiteró sus críticas a la decisión de Maduro de no aceptar ayuda para paliar la crisis humanitaria generada por la escasez de alimentos, medicamentos e insumos hospitalarios.

"No entendemos por qué rechazan ese tipo de ayuda cuando la crisis humanitaria que padece el pueblo venezolano se agrava día a día", subrayó el mandatario colombiano.

Por su cercanía con Venezuela, país con el que comparten extensas fronteras, Colombia y Brasil están entre las naciones más afectadas por la situación y recibieron en los dos últimos años a 500.000 y 40.000 venezolanos, respectivamente.

La reunión entre Temer y Santos tuvo lugar horas después de que cientos de brasileños enfurecidos expulsaran a un grupo de inmigrantes venezolanos de una escuela abandonada en la que se habían refugiado y les quemaran sus pertenencias.

El hecho ocurrió la noche del lunes en el municipio Mucajaí, en el estado amazónico Roraima, a raíz de la muerte de un brasileño el domingo, durante una pelea en un bar entre dos venezolanos.

El ataque a los venezolanos ocurrió durante una manifestación de unos 300 pobladores a raíz de la muerte del brasileño Eulis Marinho de Souza, de 49 años, quien se encontraba en el mismo lugar donde hubo una pelea entre venezolanos, uno de los cuales también murió apuñalado.

Manifestantes irrumpieron en una escuela abandonada donde se refugiaban unos 50 inmigrantes, destruyeron algunas pertenencias, prendieron fuego a otras y los expulsaron.

Los venezolanos huyeron sin sus pertenencias y alimentos, entre los que había varios paquetes de harina que fueron rasgados y su contenido esparcido por el lugar. "Todos se fueron con miedo", relató una comerciante que presenció el incidente y no quiso identificarse."Estoy aquí trabajando, no soy criminal, es muy triste", dijo el venezolano Juan Mariño, uno de los refugiados en la escuela abandonada, a una de las televisoras de la cadena Globo, y ratificó que sus compatriotas "tienen miedo de volver".

En cambio, Paulo Carvalho, uno de los organizadores de la represalia, no consideró que se tratara de un acto de vandalismo. "Sólo prendimos fuego la ropa" cuando no había nadie en el edificio, argumentó.

Otro de los activistas locales, el pastor evangelista Juan Bautista, fue más duro: "No los aguantamos más porque hay muchos robos en esta ciudad que es tranquila", explicó. "Los venezolanos provocan peleas y vandalismo, andan armados con facones y nadie se hace cargo de ellos", sostuvo otro vecino, Jonas Veira.

Mucajaí, una de las regiones más empobrecidas de Brasil y a donde llegó la mayoría de los venezolanos en los últimos meses, lo que causó un colapso de los servicios públicos, según advirtieron autoridades locales.

El éxodo se aceleró también en Argentina

La ola inmigratoria de venezolanos por América latina creció 1.600 por ciento en los últimos cinco años en Argentina y se aceleró desde la llegada de Mauricio Macri al poder, según cifras oficiales.

Argentina otorgó en 2012 residencias a 1.900 venezolanos, mientras que en 2017 se superaron las 31.000 radicaciones a ciudadanos de ese país, más del 1.600% de incremento de este flujo migratorio, informó la Dirección de Migraciones. En tanto, la llegada de venezolanos creció un 146 por ciento entre 2016 y el año pasado, al pasar de 12.859 a 31.168 radicaciones, de acuerdo a esta información.

Pero el éxodo hacia Argentina lejos de detenerse, en enero y febrero se aceleró. En efecto, ya los dos primeros meses de este año demuestran un fuerte crecimiento en la cantidad de personas de esa nacionalidad que entraron en nuestro territorio.

Los 10.749 ingresos registrados en enero representan un aumento del 68,21% en comparación al mismo mes del año anterior. En tanto que los 10.695 verificados en febrero significaron un aumento del 116,37%, según datos de la Dirección Nacional de Migraciones.