Habitantes de las villas miseria de las principales ciudades de Colombia protagonizaron hoy intentos de saqueos y protestas por la falta de ayudas alimentarias y económicas durante la cuarentena adoptada para frenar el coronavirus, que empezó el pasado 25 de marzo y terminará el 27 de abril.

En Medellín, ciudadanos hicieron piquetes y saquearon camiones con ayudas humanitarias antes de que fuesen repartidas, mientras que en Bogotá y Cali, con cacerola en mano, los pobladores salieron a protestar porque dicen no haber recibido las ayudas prometidas en el comienzo de la cuarentena.

La situación ha desbordado principalmente en Medellín, capital del departamento nororiental de Antioquia, donde un camión con víveres fue saqueado hoy en el barrio Olaya Herrera por un grupo de personas, una situación que se ha repetido desde el pasado fin de semana.

La alcaldía de la ciudad comenzó a repartir en los últimos días 170.000 ayudas a familias de escasos recursos que se registraron por internet o fueron seleccionadas por funcionarios públicos que recorrieron los barrios, pero muchas de las entregas fueron saqueadas.

"Esto lo único que hace es perjudicar a la misma comunidad. No obstante, vamos a seguir entregando las ayudas", dijo la secretaria de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos, Mónica Gómez.

En Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, un centenar de habitantes del barrio Tercer Milenio tomaron el riesgo de salir a la calle y protestar por la supuesta promesa incumplida del municipio de brindar ayudas a los más necesitados.

"La gente tiene hambre, está saliendo de sus casa arriesgando sus vidas y no les han traído comida. Nos dijeron que nos habían mandado dos camiones y no nos han mandado nada, no nos ha llegado nada", aseguró una coordinadora barrial, citada por la agencia de noticias EFE.

A los manifestantes, se sumaron otros vecinos que no salieron pero sí hicieron sonar sus cacerolas desde las ventanas de sus casas.

Mientras, en el sur de Bogotá, la villa miseria Ciudad Bolívar realizó anoche por segundo día consecutivo un cacerolazo para reclamar las ayudas prometidas por la municipalidad, pero la protesta pacífica fue dispersada con gases lacrimógenos por un escuadrón antidisturbios, lo que generó fuertes críticas desde diversos sectores políticos a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.

"Responder con gases lacrimógenos sobre las casas de la gente de Ciudad Bolívar a un cacerolazo de protesta es irresponsable, es de tiranos. Claudia abandone la tiranía", dijo el senador izquierdista Gustavo Petro, ex alcalde de la ciudad y jefe del movimiento Colombia Humana.

Frente a lo ocurrido, la alcaldesa López manifestó que fue muy "desafortunado" pero que lo que sucedió fue "porque hay intento de atraco, no porque hay una protesta".

Según la Alcaldía de Bogotá, al menos 262.561 familias de la ciudad se han visto beneficiadas por las donaciones monetarias desde que comenzó la cuarentena.