Tras cuatro trimestres consecutivos de caída, la economía de Estados Unidos volvió a crecer con fuerza en el tercer trimestre de 2009, al avanzar un 3,5%, estimulada por el gasto de los consumidores y la inyección de dinero público. "El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) es una señal alentadora de que la economía de EE.UU. se mueve en la dirección correcta", afirmó Christina Romer, presidenta del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca.
Este es el primero de tres cálculos que hace el Gobierno sobre el PIB y será reajustado en las semanas próximas a medida que se conozcan datos con más certeza.
Desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007, el Gobierno de Estados Unidos y la Reserva Federal volcaron cientos de miles de millones de dólares con urgencia para impedir un colapso del sistema financiero y con persistencia para reactivar la economía. Según Romer, el plan de estímulo económico que se puso en marcha en febrero por importe de 787.000 millones de dólares contribuyó entre 3 y 4 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en el tercer trimestre.
Si bien el índice de desempleo está muy cerca del 10% en el ámbito nacional y aproximándose al 15% en algunos estados, el gasto de los consumidores en EE.UU. equivale a casi el 70% de la actividad económica creció en 3,4% en el tercer trimestre y contribuyó 2,36 puntos al PIB.
El cálculo inicial del Producto Interior Bruto (PIB) superó, además, la expectativa de la mayoría de los analistas, cuyo consenso señalaba un crecimiento del 3%.
Entre junio de 2008 y junio de 2009, la actividad económica se había contraído el 3,8%, el peor desempeño en siete décadas. La recesión comenzó en Estados Unidos en diciembre de 2007 y las cuatro contracciones consecutivas hasta el segundo trimestre de este año marcan el tramo más largo de disminuciones de la actividad económica desde que el Gobierno inició el registro trimestral de datos en 1947. Según el Gobierno, la actividad económica se contrajo a una tasa anualizada del 6,4% en el primer trimestre y del 0,7% en el segundo.
El informe de ayer incluye otro dato positivo: a pesar de las enormes inyecciones de dinero en el sistema económico y casi un año de tasa de interés de referencia entre el 0 y el 0,25%, la inflación se moderó entre julio y septiembre.
La inflación subyacente en el índice de precios en gastos de los consumidores, es un indicador que excluye los precios de alimentos y combustibles y al cual presta mucha atención la Reserva Federal, fue del 1,4% en el tercer trimestre y en el anterior había sido del 2%.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que dirige la política monetaria de EEUU se reunirá el 3 y 4 de noviembre y la mayoría de los analistas espera que mantendrá las tasas de interés sin modificaciones.
Otro componente del PIB, el sector de la vivienda, tuvo entre julio y septiembre su primer incremento desde finales del 2005. La inversión residencial fija aumentó un 23,4%, el mayor crecimiento desde 1986. El gasto del Gobierno federal creció un 7,9% en el tercer trimestre después de un aumento del 11,4% en los tres meses anteriores. Por su parte, los gastos de los gobiernos estatales y locales bajaron un 1,1% entre julio y septiembre después de un aumento del 3,9% en el trimestre anterior.

