Con la tierra moviéndose fuerte como para que no olvide que el gran desafío de su mandato será la reconstrucción del país, Sebastián Piñera asumió ayer como el primer presidente de la derecha en Chile en medio siglo, 20 minutos después que una replica de 7,2 grados en la escala de Richter sumaba a la región de O’Higgin a las zona de desastre.
En período de 27 minutos se registraron tres fuertes temblores de 6 y 7 grados de magnitud que sacudieron el centro y sur de Chile, incluyendo Valparaíso, la ciudad donde tuvo lugar la investidura de Piñera.
El multimillonario empresario juró en presencia de siete presidentes de América Latina, el heredero de la Corona española y otros muchos invitados. La presidenta Cristina Fernández, el gobernador de San Juan, José Luis Gioja y la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos formaron parte de la comitiva argentina.
A pesar de los sismos, la juramentación de Piñera, de 60 años de edad, se desarrolló con normalidad en la sede del Congreso en el puerto de Valparaíso, a unos 100 Km al oeste de Santiago, aunque varios de los presidentes extranjeros invitados no escondieron su susto. Así quedó registrado en las distintas fotos captadas por las cámaras de los medios nacionales e internacionales.
Mientras en el Congreso se realizaba la ceremonia de traspaso de mando, en las calles de Valparaíso se activaron las sirenas y la policía y bomberos pidieron con urgencia a miles de personas que subieran hacia los cerros del puerto. Horas después, la gente bajaba lentamente a sus hogares.
Piñera recibió la banda presidencial en la sede del Congreso de manos del nuevo presidente del Senado, Jorge Pizarro, quien previamente la había recibido de la mandataria saliente, Michelle Bachelet.
La socialista que deja el Palacio de la Moneda con una popularidad de 84% recibió, a lo largo de su último acto como jefa de Estado, el cariño y la ovación del pueblo y del Congreso.
Dadas las urgencias del país, la primera de Piñera como presidente fue declarar el estado de catástrofe en la región de O’Higgins y ordenar que se desplieguen allí las Fuerzas Armadas para garantizar la seguridad ciudadana.
El área de Rancagua, ubicada unos 88 Km al sur de Santiago, se militarizará tal como ocurrió en las regiones del Maule y del Bío Bío, donde cientos de personas saquearon comercios y viviendas horas después del terremoto de hace casi dos semanas.
"Sequemos estas lágrimas y pongamos manos a la obra en la gran tarea de enfrentar esta emergencia, en la gran tarea de reconstruir el país", dijo Piñera.
La ceremonia de asunción de mando fue discreta y corta tras las fuertes réplicas, lo que obligó a sacar rápidamente a las autoridades y mandatarios que asistieron al Congreso, edificio que luego fue oficialmente evacuado.
"Asustó mucho", dijo el presidente colombiano, Alvaro Uribe, a Reuters,
uno de sus aliados ideológicos de Piñera en la región, en el balneario de Viña del Mar durante el almuerzo oficial.
"Uno se toma las cosas con serenidad, pero obviamente no es estamos acostumbrados a aquello (…) No se puede negar que fue una sesión bastante movida", comentó, por us parte, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.
Piñera es conocido por sus posturas pro empresariales que ya han chocado con la de los sindicatos, aunque analistas dicen que las tareas de reconstrucción tras el terremoto le permitirán, en el corto plazo, conseguir consensos que hasta antes parecían esquivos.
Tras visitar Rancagua, Piñera se trasladó a Constitución y al final de la tarde regresó a Santiago. A la noche, en un histórico discurso en el balcón del Palacio de la Moneda, dijo "vamos a reconstruir Chile, piedra por piedra’. Luego encabezó allí su primera reunión de gabinete con el que abordó las tareas de reconstrucción del país tras el desastre.