Dos pilotos griegos murieron ayer al estrellarse su bombardero de agua y otro hombre fue hallado carbonizado en la isla de Eubea, devastada por unos incendios que azotan también otras zonas de Grecia en medio de elevadas temperaturas. El avión en el que viajaban los pilotos se estrelló en un barranco mientras combatía un incendio en Platanistos, un pueblo de la isla. El aparato, que intervenía con al menos otros tres aviones y un centenar de bomberos, se estrelló en un barranco.

Grecia, aunque acostumbrada a las altas temperaturas estivales, está sufriendo una de las olas de calor más largas de los últimos años, según los expertos. Las elevadas temperaturas, combinadas con fuertes vientos que a veces alcanzan los 60 kilómetros por hora en el mar Egeo, provocan incendios importantes desde hace ocho días. Fuera de Europa, los fuegos afectan también a Argelia, otro país del perímetro mediterráneo particularmente expuesto al calentamiento climático y donde ya han muerto 34 personas. En Francia, una región del sureste está bajo nivel máximo de vigilancia ante el riesgo "muy elevado" de incendios forestales, según el servicio meteorológico.

El primer ministro griego, Kyriacos Mitsotakis, consideró el martes que la lucha contra los incendios será "difícil". "Vivimos las repercusiones de la crisis climática", señaló el mandatario. "Tenemos ante nosotros un verano difícil", lanzó en el Consejo de ministros, según imágenes de ERT. La misma cadena difundió un video del bombardero estrellado en el momento del incidente, en el que se ve cómo va desapareciendo tras las llamas y una espesa humareda negra. En Atenas, la capital griega, el termómetro llegó a tocar los 41 °C y en el centro del país, los 44ºC; según la agencia meteorológica nacional EMY. Según estimaciones de la sección griega de la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), 35.000 hectáreas de bosque y vegetación fueron destruidas la semana pasada en el país. Los incendios están siendo especialmente devastadores en islas muy turísticas como Rodas, frente a las costas turcas, y en el otro extremo del país, Corfú, en el mar Jónico. Otro frente preocupa a los bomberos cerca de Aigio, en el oeste de la península del Peloponeso. En Rodas, donde el fin de semana se evacuó a 30.000 turistas y habitantes, más de 266 bomberos siguen tratando de contener los incendios por octavo día consecutivo. "Es trágico lo que está pasando. El pueblo ha recibido la orden de evacuar, pero no se puede abandonar. Luchamos para proteger nuestro lugar", dice a AFP Vassilis Kalabodakis, presidente de la comuna de Vati, en el sureste de Rodas, sobrevolada por aviones Canadair.