Los intensos bombardeos de la coalición, en el marco de la operación "Odisea al amanecer" contra objetivos de Muamar Kadafi en Libia dejaron ayer al menos 64 muertos, mientras el líder libio repartió armas entre más de un millón de personas y aseguró que no podrán derrotarlo y que habrá una "larga guerra". La ofensiva occidental, se reanudó anoche hora argentina y Trípoli, capital de Libia, volvía a ser el blanco de los ataques.

Producto del intenso fuego de aviación sobre el centro de la ciudad, podía verse una columna de humo que partía desde el complejo conocido como Bab al Aziziyah, donde se encuentra el palacio en el que vive el líder libio, según informó la cadena Al Arabiya.

La nueva incursión aérea se puso en marcha después del tercer alto el fuego anunciado por Libia y que al final resultó un fiasco como los dos anteriores.

Según informaron altas fuentes del Pentágono, la mayor intervención militar de Occidente en el mundo árabe desde la invasión de Irak, que comenzó exactamente ocho años atrás, logró ayer inutilizar las defensas aéreas de Kadafi y ha obligado a las tropas del Ejército a huir de la ciudad de Bengasi dejando atrás los restos quemados y destruidos de sus tanques sobre la principal carretera que lleva al complejo rebelde.

El máximo responsable militar estadounidense, almirante Mike Mullen, en tanto, informó en Washington que el operativo "ya estableció una zona de exclusión aérea" sobre Libia y logró detener la ofensiva de Kadafi sobre Bengasi, la capital rebelde.

Mullen, dijo desconocer informaciones sobre víctimas civiles por el operativo y explicó que sus fuerzas eligen "objetivos con mucho cuidado".

Los ataques aliados lanzados contra los cuarteles de Kadafi no atenuaron sin embargo la retórica desafiante del líder libio, que advirtió a las potencias que "no podrán" derrotarlo, en un mensaje emitido por radio, en el que dijo que el pueblo libio que está con él se levantará contra la "alianza de cruzados terroristas".

"No abandonaremos nuestra tierra y vamos a liberarla", advirtió el histórico dirigente a través del mensaje retransmitido por la cadena oficial, un día después de que Francia, Gran Bretaña y EEUU iniciaran los bombardeos.

El líder libio también anunció que su país se está preparando para lo que será "una larga guerra" contra lo que calificó como "la coalición del diablo", que será "derrotada", de acuerdo a las palabras reproducidas por la agencia de noticias Europa Press.