El presidente estadounidense, Donald Trump, canceló ayer la cumbre que iba a mantener el 12 de junio con el líder norcoreano, Kim Jong-un, aunque abrió la puerta a volver a programarla y amenazó a Pyongyang con una respuesta militar si actúa de forma "imprudente".

En una carta dirigida a Kim, Trump anunció abruptamente la anulación de la cumbre prevista para el mes que viene en Singapur, que habría supuesto el primer encuentro de la historia entre los líderes de Estados Unidos y Corea del Norte, tras casi 70 años de confrontación.

"Tristemente, en base a la tremenda ira y abierta hostilidad mostrada en su comunicado más reciente, creo que es inadecuado, en este momento, mantener esta reunión", le dijo Trump a Kim.

Trump se refería aparentemente a unas declaraciones difundidas ayer en las que la viceministra de Exteriores norcoreana, Choe Son-hui, acusaba al vicepresidente estadounidense, Mike Pence, de hacer declaraciones "estúpidas" en una entrevista.

"Pence ha hecho declaraciones insolentes como que Corea del Norte podría terminar como Libia, que no se descarta la opción militar para hacer frente a Corea del Norte y que EEUU necesita una desnuclearización completa, verificable e irreversible", enumera la experta.

"Esta oportunidad perdida es un momento realmente triste en la historia", aseguró Trump en su carta a Kim. "Creo que este es un gran revés", añadió más tarde el mandatario. Pero Trump no descartó reconciliarse con Kim, y le dijo en su carta: "Si usted cambia de opinión en lo relacionado con esta cumbre, por favor no dude en llamarme". En sus declaraciones posteriores ante las cámaras, Trump señaló que todavía es posible que la cumbre acabe produciéndose el 12 de junio en Singapur, como estaba previsto, o más tarde.