La comunidad de inteligencia en Estados Unidos entró en shock al conocer que el presidente había compartido información altamente clasificada con el canciller y el embajador de Rusia en Washington, la semana pasada, en un encuentro a puertas cerradas al que no se le permitió el ingreso a ningún medio norteamericano para la tradicional sesión de fotos en la Oficina Oval. La Casa Blanca negó todo, pero Donald Trump lo confirmó y alegó vía Twitter que tiene el "todo el derecho de compartir información con Rusia". Y se mostró furioso con las filtraciones que ocurren en su administración.

En una serie de tres tuits, Trump, quien habría entregado a los rusos información sensible sobre el ISIS y sus planes de atentar con laptops en aviones, escribió:

"Como presidente quería compartir con Rusia (en una reunión públicamente programada en la Casa Blanca), algo que tengo el total derecho a hacer, hechos relacionados con terrorismo y seguridad en las aerolíneas".

Y siguió: "Razones humanitarias, además quiero que Rusia acelere en gran medida su lucha contra el ISIS y el terrorismo".

Agregó: "Le he estado pidiendo al director Comey (el ex jefe del FBI, echado la semana pasada) y a otros, desde el principio de mi administración, que encuentren a los FILTRADORES en la comunidad de inteligencia".

La información de que Trump entregó información sensible a los rusos la publicó ayer el Washington Post, desatando un nuevo escándalo en Washington, y un nuevo capítulo de intrigas en el ya célebre affaire ruso.

El Kremlin le bajó el tono al asunto, al calificar hoy de "sin sentido" el caso de las informaciones clasificadas que el presidente estadounidense reveló al ministro ruso de Exteriores Serguei Lavrov.

"Para nosotros (...) es una vez más un sinsentido. Y no queremos tener nada que ver con ese sinsentido. Es un gran sinsentido (...) Y no tenemos por qué desmentir ni confirmar" esa noticia, declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, a la prensa.

La Casa Blanca había negado tajantemente anoche que el presidente haya compartido información confidencial con los rusos, algo que Trump se encargó hoy de contradecir, como suele hacer.

Lo cierto es que una comprobación de que el presidente reveló una información altamente clasificada al ministro de Exteriores ruso Serguei Lavrov y al embajador de Moscú en Estados Unidos, Serguei Kisliak, podría ser la base para un impeachment, afirman abogados especializados en temas de seguridad en el blog de asuntos legales Lawfare.

Las revelaciones -reportó el diario británico Independent- podrían constituir "una violación del juramento del presidente", que podría llevar a su impeachment, afirman los abogados, entre los cuales uno es docente de la Harvard Law School.