Al día siguiente de su discurso ante el Congreso, Donald Trump firmará una nueva orden ejecutiva para implementar su veto migratorio. Según el diario Wall Street Journal (WSJ), el presidente de los Estados Unidos promulgará un decreto corregido: la prohibición de ingresar al país que gobierna el republicano se aplicará a los nacionales de Irak, Irán, Siria, Libia, Yemen, Somalía y Sudán que no tengan visas.

La orden original, que se dejó de aplicar por la intervención de la Justicia Federal, alcanzaba indiscriminadamente a quienes no tenían visas, a quienes tenían visas que les permitían viajar o trabajar —se revocaron unas 60.000— y también a poseedores de permiso de residencia, green card.

Pero las fuentes de la periodista Laura Meckler del WSJ, le advirtieron que "antes de que la orden final se emita es posible hacer cambios".


En la web Politico, se agregó que el secretario de Prensa estadounidense confirmó el lunes que el decreto que corrige al anterior se implementará alrededor del miércoles 1 de marzo: "Lo próxima orden, creo que deberíamos publicarla probablemente a mediados de la semana", dijo Sean Spicer.

"La revisión esperada será una reducción notable de la orden original —se lee en WSJ— pero una que podría ubicar la prohibición revisada sobre una base legal más firme al concentrarse más directamente en individuos a los que antes no se les había concedido la aprobación para viajar a los Estados Unidos".

A mediados de febrero el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, había dicho que Trump consideraba "emitir una versión más ajustada, más simplificada, de la primera orden ejecutiva". Kelly agregó que el nuevo texto incluiría la provisión de un breve periodo de introducción gradual del veto, para permitir que la gente que ya está en tránsito pueda ingresar al país, algo que se impidió con el decreto original.

El periódico WSJ criticó que la prohibición se base en la nacionalidad, con base en un informe de inteligencia de Seguridad Nacional "que encontró que los inmigrantes de estos siete países no presentan un riesgo particular de ser terroristas, en contradicción con las afirmaciones de la Casa Blanca".