Mientras Grecia permanece preocupada por su crisis de deuda, los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) alcanzaron ayer un acuerdo sobre un paquete crediticio de más de 500.000 millones de euros (670.000 millones de dólares) destinado a cubrir las necesidades de los socios con problemas de solvencia y a defender el euro, informaron fuentes diplomáticas.

El mecanismo europeo de estabilización incluye una facilidad de ayuda a la balanza de pagos por valor de 60.000 millones de euros, con los recursos propios de la Unión como garantía, más 440.000 millones en fondos o garantías aportados por los estados miembros de la eurozona, así como una cantidad del Fondo Monetario Internacional (FMI) de al menos la mitad de lo aportado por Europa.

Con esas iniciativas, Europa espera socorrer a las naciones del bloque que atraviesen dificultades financieras, de manera de fortalecer la confianza en la moneda única europea, el euro. La idea de estas medidas es también evitar que la crisis de deuda de Grecia se propague a otros países de la zona euro. Ese fue el eje central de la reunión que mantuvieron ayer en Bruselas (capital de Bélgica) los funcionarios europeos, en medio de la crisis de deuda que afecta a Grecia.

El acuerdo del Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) se logró tras casi 12 horas de negociaciones contrarreloj, a tiempo para la apertura de los principales mercados asiáticos. El propósito de este masivo paquete, sin precedentes en la historia de la unión monetaria europea, es disuadir a los especuladores que apuestan desde hace semanas por la quiebra de un miembro de la zona euro.

"Estamos viendo en los mercados comportamientos propios de una manada de lobos y, si no los detenemos, destruirán a los países más débiles", advertía en Bruselas el ministro sueco de Finanzas, Anders Borg, en referencia a los ataques de los especuladores contra la deuda soberana de Grecia, Portugal, España e Irlanda.

El paquete de ayuda acordado esta madrugada se añade a los 110.000 millones de euros decididos para el rescate de Grecia, que los europeos y el FMI comenzarán a desembolsar de forma inmediata.

Una frenética actividad al más alto nivel político y diplomático precedió al acuerdo fraguado por los ministros europeos durante de toda la jornada del domingo. El presidente de EEUU, Barack Obama, habló con la canciller alemana, Angela Merkel, y con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, sobre la crisis financiera en Europa. Según un portavoz de la Casa Blanca, Obama insistió en ambas conversaciones en la necesidad de que los europeos tomaran medidas "rotundas". En Washington, el Fondo Monetario Internacional (FMI) informaba simultáneamente de que el organismo y la zona euro entregarán 20.000 millones de euros en préstamos de forma inmediata a Grecia.