Liturgia y calor popular marcaron ayer la ceremonia de Estado del funeral del presidente Hugo Chávez, en la que los familiares, funcionarios del gobierno y dirigentes oficialistas fueron acompañados por más de 30 jefes de Estado y delegaciones de todo el mundo.

La ceremonia, encabezada por el vicepresidente Nicolás Maduro, ahora presidente encargado, tuvo lugar en la capilla ardiente instalada en la Academia Militar Bolivariana del Fuerte Tiuna (en Caracas). Afuera, seguidos por una interminable caravana popular, miles de personas siguieron la ceremonia.

Adentro, en la capilla ardiente, la Orquesta Sinfónica y Coral Juvenil Simón Bolívar, ejecutó el Himno Nacional, tras el cual comenzaron las guardias de honor, en las que se sucedieron gobernantes, dirigentes, artistas, deportistas y representantes de organizaciones sociales.

Las primeras guardias de honor fueron conformadas por presidentes latinoamericanos y caribeños: Raúl Castro (Cuba), Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua), Rafael Correa (Ecuador); Sebastián Piñera (Chile); Laura Chinchilla (Costa Rica) y José Mujica (Uruguay), entre otros.

También rodearon el féretro en señal de homenaje Enrique Peña Nieto (México); Ollanta Humala (Perú), Juan Manuel Santos (Colombia), Otto Pérez Molina (Guatemala) y Porfirio Lobo (Honduras).

Se destacaron el presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, muy aplaudido cuando besó el féretro cubierto con la bandera de Venezuela. Una vez finalizadas las guardias de honor, la celebración continuó con un homenaje musical de la Orquesta Sinfónica y el cantante Cristóbal Jiménez, que interpretó las canciones llaneras ‘que solía cantar con el comandante Chávez‘.

El protocolo continuó con una oración ecuménica. Maduro pronunció luego un emotivo discurso de cierre, pasadas las 15 horas local. Agradeció a los mandatarios y personalidades presentes ‘por haber venido desde su tierra a traernos este homenaje tan grande”. “No ha habido líder en la historia de nuestra patria más injuriado y atacado vilmente que nuestro comandante presidente”, mencionó elevando el tono de voz.

‘La batalla continúa, ¡Chávez vive, la lucha sigue!‘, gritó emocionado Maduro al coronar un discurso de poco más de 30 minutos que puso fin a una ceremonia que se inició hacia el mediodía caraqueño (13.30 de Argentina) con el himno nacional de Venezuela.

Los restos de Chávez fueron despedidos por decenas de líderes que desfilaron ante a un ataúd cubierto con la bandera nacional y coronado con una réplica de la espada de Simón Bolívar. La enorme afluencia y fervor del jueves llevó al Gobierno a extender por siete días más el velorio.