La Concertación de Partidos por la Democracia, que durante 20 años condujo la transición política y la transformación económica de Chile, afronta difíciles momentos y un futuro incierto tras la derrota electoral a manos de la derecha, admitieron ayer analistas y dirigentes.

Mientras en cada uno de los cuatro partidos que integran la coalición se piden las cabezas de los presidentes, los jóvenes ocupan las sedes y las acusaciones mutuas cunden. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, ya advertía en julio pasado que si la Concertación llegaba a las elecciones con más de un candidato, perdería y probablemente terminaría como coalición.

Y así fue: el candidato de la Concertación, el ex presidente Eduardo Frei, no pudo sumar demasiados votos como para superar al derechista Sebastián Piñera. Ahora, la discusión del partido que actualmente gobierna Chile se da por el lado de "refundarse o morir", como dijo Marcelo Mella, analista político de la Universidad de Santiago.

Forzada a ser oposición después de dos décadas en el poder, la coalición afronta, a su juicio, un futuro difícil, con la obligación de renovarse para no terminar disgregada. La Democracia Cristiana (DC), el socio más grande de la Concertación, renovará sus dirigentes el 25 de abril próximo, según un acuerdo alcanzado por la actual directiva, que preside Juan Carlos Latorre, y los jóvenes que desde el domingo ocupaban la sede de esa fuerza.

Latorre se ha negado a renunciar con el argumento de que pedir cabezas "con nombre y apellido" no es más que una forma de eludir una discusión de fondo, mientras Renán Fuentealba, vicepresidente de la DC, consideró que descabezar el partido "dejaría un vacío de poder difícil de sostener".

En el Partido Socialista se espera que el presidente Camilo Escalona y sus colaboradores dimitan durante una reunión del Comité Central convocada para el próximo sábado, lo que ya confirmaron que harán los senadores Isabel Allende y Juan Carlos Letelier, representantes de la minoría interna en la directiva. En tanto, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD) decidió pedir a José Antonio Gómez, quien renunció tras la primera vuelta, que regrese a la presidencia.

El Partido Por la Democracia (PPD), cuyo presidente José Auth también renunció y fue reemplazado por la diputada Adriana Muñoz, ya trabaja, según la parlamentaria, para "reagrupar las fuerzas progresistas y estrechar vínculos con otros sectores que comparten los cambios" que buscan.

El senador Guido Girardi planteó incluso un acercamiento con Marco Enríquez-Ominami y ampliar el espectro de la alianza de partidos a organizaciones gremiales y ciudadanas. "La Concertación debe ser superada por una coalición mucho más amplia, que incluya movimientos ciudadanos, animalistas, bloggeros, redes de consumidores, científicos, artistas y ecologistas", dijo.

"Ya no me interesa ser parte de una coalición que no es más que la suma de cuatro partidos con intereses superados por los ciudadanos", añadió en declaraciones al Centro de Investigación e Información Periodística.