El hecho está conmocionando al mundo entero. Todo ocurrió en Wilson, una ciudad ubicada en Carolina del Norte, Estados Unidos cuando un hombre asesinó a un nene de cinco años tras haberle disparado a quemarropa mientras andaba en bicicleta.

El nene fue identificado como Cannon Hinnant y su asesino, Darius Sessoms, vecino del menor. Conforme a lo que relató el padre de Cannon, su hijo recibió un disparo a quemarropa mientras andaba en bicicleta en la entrada de su casa.

Al escuchar un fuerte estruendo, salió a ver lo que sucedía y encontró a su hijo con una herida de bala en el piso mientras que Sessoms sostenía una pistola y caminaba ”frenético para el otro lado”.

”Lo miraba mientras levantaba a Cannon y estaba lleno de rabia”, comentó el padre del nene asesinado en diálogo con medios locales. Por otro lado, explicó que no podía apartarse de su hijo y que ”solo quería estar con él”.

El Departamento de Policía de Wilson se hizo presente en el lugar y rápido procedieron al llamado de la ambulancia para el pronto traslado del menor a un hospital. Pese al intento del personal de salud, Cannon falleció en las instalaciones del centro de salud.

Un día después pasado el hecho, la policía logró identificar a Sessoms y detenerlo. El joven de 25 años se encuentra en prisión y está acusado de asesinato en primer grado. No obstante, todavía se desconocen los motivos por los que llevó adelante el disparo contra el nene de cinco años.


Los padres del acusado declararon en diálogo con WRAL que están ”muy afectados y entristecidos” por lo que le sucedió a Cannon y que creen que Sessoms habría estado bajo el efecto de alguna droga que le produjo algún tipo de alucinación.