India, 16 de agosto.- Ya ha pasado algún tiempo desde que se produjo uno de los accidentes ferroviarios más horrendos en la historia de la India, pero el trauma de haber estado en él perdura en la mente de este pequeño llamado Pinaku.
El niño viajaba en el tren con su familia y si bien resultó ileso, sus padres si sufrieron algunas heridas pero no de gravedad.
Cuando los progenitores de Pinaku salieron del hospital notaron los cambios en su hijo, su conducta no era la misma y asegura que está muerto. "Mi hijo cree que murió en el accidente, dijo el padre, por lo que se niega a comer o a dormir porque el cree que ya es sólo un espíritu. Pensamos que es a raíz del trauma que sufrió", declaró preocupado.
Los médicos están analizando el caso y ayudando a la familia para que ingiera alimentos y cambie su actitud.

