Estados Unidos, 29 de diciembre.-Las imágenes del pequeño oso circularon en Internet, donde ganó la simpatía y el cariño de millones de personas. Un video de él sobre una mesa, siendo atendido por uno de los veterinarios mientras se despereza, se convirtió en un verdadero fenómeno viral.

Frank Vigh-Larsen, director del Escandinavian Wildlife Park, indicó que el osezno pesa 3,2 kilos, lo mismo que un bebé recién nacido, pero el doble que sus primeros días de vida.

Los criadores bautizaron al cachorro Siku, porque, en groenlandés, significa "hielo del mar". Lo eligieron como símbolo del peligro que enfrentan los osos polares, amenazados por la desaparición del hielo ártico, debido al cambio climático.

La historia del osito recuerda a la de Knut, del zoológico de Berlín, que dio la vuelta al mundo en 2007, cuando también fue rechazado por su madre y debió ser criado por humanos.

El caso levantó polémica, porque Knut se volvió completamente dependiente del hombre, sin saber defenderse, por lo que el resto de los ejemplares con los que habitaba en el zoo lo golpeaban y le robaban la comida. El oso tuvo un trágico final al morir ahogado en un lago artificial en marzo de este año.