El papa Francisco se desplazará en un ‘papamovil‘ descubierto, durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que encabezará la semana próxima en Río de Janeiro, y pidió que se reduzca la seguridad en sus caravanas por las calles de la ciudad para poder tomar contacto con los jóvenes peregrinos.
‘No usará el papamóvil blindado‘, informó ayer el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, quien explicó que desde Roma ya se enviaron a Brasil dos jeeps descubiertos, uno de color blanco y uno verde.
El vocero del Vaticano ofreció ayer una conferencia de prensa para brindar detalles del primer viaje apostólico internacional del papa argentino Jorge Bergoglio, que se extenderá entre el 22 y el 28 de julio en Río de Janeiro. En la misma, aseguró que Francisco ‘siente que, para él, comunicarse directamente con las personas es mejor de esa manera‘.
Según publicó la página web del Vaticano, Lombardi indicó que si bien el viaje estaba planeado por Benedicto XVI, la agenda fue ‘intensificada y enriquecida‘ por Francisco con la incorporación de la visita al santuario de Aparecida, a la favela de Varginha, al hospital de San Francisco de Asís y la reunión con el comité de Celam. También, desde la Santa Sede se informó que caminará por las calles de la humilde barriada e ingresará por lo menos en una casa antes de presentarse ante la comunidad completa en un campo deportivo.
En tanto, la prensa de Brasil informó ayer que Francisco hizo saber al gobierno de ese país que quiere que se reduzca el cerco de seguridad en sus caravanas por las calles de Río y evitar que haya policías federales armados con fusiles, para poder tener mayor proximidad con los jóvenes.
Según informó el diario Folha de Sao Paulo, el papa ‘ordenó la reducción del esquema de seguridad en su viaje, contrariando la planificación de la Policía Federal‘.
En consulta con el Vaticano, la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) y el Ejército evalúan la posibilidad de alterar el plan de actividades del papa el lunes próximo, cuando está previsto un encuentro con la presidenta Dilma Rousseff, en el Palacio Guanabara, sede de la gobernación de Río de Janeiro.
Por su parte, la iglesia brasileña le solicitó a la Policía Federal que el Equipo de Intervención Táctica, formado por agentes con fusiles, se distancie de Francisco lo suficiente como para permitirle estar cerca de los jóvenes. Fuente: Télam, Reuters