La tasa de pobreza en EEUU aumentó, en medio de la recesión económica, al 14,3% en el 2009, desde el 13,2% del 2008, llevando el porcentaje de personas que no pueden satisfacer sus necesidades básicas a su nivel más alto desde 1994, reportó ayer el Gobierno.
La Oficina del Censo dijo que 43,6 millones de estadounidenses vivían en la pobreza en el 2009, por encima de los 39,8 millones del 2008. La cifra muestra la estela de privaciones que dejó la crisis financiera y es una mala noticia para los demócratas de cara a las elecciones legislativas el 2 de noviembre.
El Gobierno estadounidense considera que una familia de cuatro personas vive en la pobreza si ingresa menos de 22.000 dólares al año.
"Nuestra economía cayó en recesión hace casi tres años, en medio de una catástrofe financiera y un rápido declive de los precios de las viviendas", dijo el presidente Barack Obama en un comunicado.
Obama dijo que el paquete de recuperación económica del 2009 había ayudado a millones a no caer en la pobreza.
El informe tiene en cuenta los ingresos en efectivo y los subsidios del Gobierno, incluyendo el seguro por desempleo, para medir la pobreza.
Sin embargo, omite algunas ayudas de gobierno, como los cupones para pagar alimentos y los créditos fiscales para las personas de menores ingresos, que se incrementaron en el paquete económico del año pasado.
La oposición republicana aprovechó el reporte para afirmar que la ayuda del Gobierno no estaba funcionando. "Lo que necesitan los estadounidenses son trabajos, no más beneficios del Gobierno", dijo el representante republicano John Linder.
En 2009, cuando aún no había salido adelante la reforma sanitaria, el número de personas sin cobertura médica creció de 46,3 a 50,7 millones, dejando a un 16,7% de la población de EEUU sin cobertura sanitaria, dijo la Oficina del Censo.
La información muestra también que el impacto de la recesión se sintió con más fuerza en los grupos de menores ingresos. Muchas personas más habrían caído en la pobreza si no fuera por los beneficios de cesantía aprobados por el Congreso, dijo a Reuters el portavoz de la Oficina del Censo, Stanley Rolark.
La medición anual de cómo están viviendo los norteamericanos es importante porque los legisladores y analistas usan el dato para evaluar la salud de la economía y la efectividad de los programas sociales.
El ingreso medio cayó entre 2008 y 2009 en los hogares compuestos por blancos no hispanos y por afroamericanos, mientras que las familias asiáticas registraron la media de ingresos más alta. Para los latinos, el ingreso fue casi el mismo en el 2008 que en el 2009, dijo el reporte.
