Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta, una religiosa que trascendió las fronteras de su India natal para dejar de legado al mundo un ejemplo inclaudicable de fe y caridad que también dejó huellas en un argentino, Claudio María Domínguez, que le contó a DIARIO DE CUYO su orgullo por haberla conocido a quien él llama "una santa en vida".
Inés Gonxha Bojaxhiu, es el nombre de la Madre Teresa, nació el 26 de agosto de 1910 en Albania, y fue beatificada en 2003 después de que el Vaticano reconociera como un "milagro" la curación de un tumor en el abdomen de una mujer india.
Durante medio siglo llevó a cabo una labor asistencial en Calcuta con las Misioneras de la Caridad, la congregación que fundó, y en 1979 le llegó la consagración internacional con la concesión del Premio Nobel de la Paz.
Claudio comentó que la Madre Teresa le contó que "ella vivió una historia de rebeldía, porque luchaba contra medio vaticano que la detestaba. Quería que las monjas fueran a la calle. Un día dijo, me voy y me haré laica en nombre de Dios y el vaticano tuvo que aceptar y fue en ese momento que nació el gran movimiento de la cristiandad contemporánea de ayuda al prójimo". El encuentro entre "la santa" y el productor argentino se dio en 1994, "necesitaba volar alto porque los grandes te pueden cambiar la vida" explicó Domínguez quien además agregó: "cuando estuve por entrevistar a Sai Baba soñé que me llamaban por teléfono y del otro lado de la línea una vocesita me decía, quién sos, me querés ver. Cuando me desperté, como a las seis de la mañana, fui a un locutorio y se me dio por marcar el número de la misión de caridad y del otro lado de la línea me dijeron soy la Madre Teresa, ahí empece a balbucear, a llorar, y me dijo, me llega tu emoción en Dios, querés verme. Yo dije, soy un periodista argentino, la amo, la adoro y quiero entrevistarla. Bueno veníte el jueves a las 4 de la tarde, no llores más y me cortó"
La Madre Teresa falleció el 5 de septiembre de 1997 a la edad de 87 años en su habitación de la sede de las Misioneras de la Caridad. Su tumba está situada en la planta baja de la Casa Madre, como se conoce a la congregación. Claudio la define como un "ser especial", "que medía sólo un metro 20, era un cosita arrugadita, un papirito y cuando empezaba hablar y se convertía en un huracán, un torbellino de energía increíble". Las obras más importantes de la Madre Teresa tienen que ver con la ayuda a los leproso, discapacitados y a los más pobres. Según Claudio una de las anécdotas más recordadas, es: "cuando llegó, una de las tantas veces, Juan Pablo II a Calcuta en su papamóvil ella le dijo, no tienen ni para comer y mire que le va a hacer algo a usted, déjeme venderlo que con eso comen durante un mes y fue gracioso porque dicen que el Papa antes de bajar a la India, siempre decía, antes que me lo pida desenló por favor porque es intensa, pero es divina".
"Aprendí de ella una frase que era muy dura: el 97% de la gente se muere sin haber vivido", indicó Domínguez y añadió que "la escuchabas decir: la gente viene tres horas a la iglesia, por día y le reza a la estatua como si fuera Dios y no sabe salir de la iglesia y ver a Dios en el enfermo, son muy hipócritas". Claudio destacó de ella que "era una muestra de sabiduría brutal, que buscaba el trabajo con acción permanente, era espiritualidad práctica".
Domínguez, quien aprovechó DIARIO DE CUYO para agradecer a los sanjuaninos por recibirlo días atrás, cerró su charla diciendo que "fue una santa en vida que pudo considera el amor por el amor en sí y que nunca se habló de otra Madre Teresa".

