Leanne Perrett, de 35 años, tenía tres meses de embarazo y perdió el bebé después de que un policía descargó un 'taser' sobre ella, en Barry (Gales, Reino Unido).

Este caso se remonta al pasado 8 de agosto. Ese día, agentes de policía llegaron a una calle de Barry para detener un supuesto altercado entre Perrett y su novio, Kyle Butts, de 34 años.

La situación se complicó y uno de los uniformados tumbó con su pie derecho a Butts para tratar de contenerlo. En ese momento, ella se abalanzó sobre el agente, que le descargó su taser. La mujer se desplomó inmediatamente y cayó boca abajo, sobre su abdomen.

Por su parte, la Policía de Gales del Sur defendió el uso del taser y reiteró lo de la evidencia médica: "Sufrir un aborto espontáneo es una experiencia extremadamente traumática y nuestras condolencias están con cualquier que pierda un hijo de esta forma. El tribunal reconoció que este incidente fuera la causa del aborto espontáneo", dice un comunicado, que agrega que el oficial se portó de forma adecuada durante el incidente.