El caso de una familia que apareció muerta dentro de una fosa bajo la terraza de la casa que habitaban sigue conmocionando a Francia. Una mujer, de 49 años, y sus cuatro hijos, de entre 13 y 20 años, fueron encontrados enterrados junto con sus perros, en la vivienda que ocupaban en Nantes, pero aún no dieron con padre de familia, Xavier Dupont, un vendedor publicitario de 50 años y principal sospechoso en el caso.

Según los investigadores "Dupont pudo haber desaparecido en abril", fecha en que la familia dejó de dar señales de vida. Todo parece indicar que la familia y sus dos perros fueron asesinados a balazos, aunque eso lo determinarán las autopsias que les hicieron ayer a los cinco muertos.

Además, los investigadores del caso estiman que se trata de un crimen programado: el contrato de alquiler de la casa había sido rescindido y cartas a amigos de la familia y al colegio al que asistían los jóvenes para informar de un supuesto viaje repentino de la familia a Australia "por motivos laborales".

Según los investigadores, no se encontró hasta el momento ningún rastro de violencia o lucha dentro de la vivienda, donde los placares están vacíos, aseveró el fiscal. Antes de desaparecer, los padres habían dejado mensajes "delirantes y contradictorios" explicando por ejemplo que los niños no irían a la escuela porque emigraban a Australia, indicó el fiscal.

En varias ocasiones "el señor explicó que era agente secreto que viajaba en el marco de un programa de testigos protegidos", dijo el magistrado.