El trasplante de médula ósea puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para mucha gente que sufre de enfermedades de la sangre como la leucemia. El problema es que no es fácil encontrar un donante compatible con el paciente, a tal punto que actualmente sólo la mitad de los enfermos que necesitan estos tratamientos pueden obtenerlos.
Ahora, un grupo de científicos canadienses abrió una puerta muy importante para superar estas dificultades: Tras décadas de investigación, por primera vez se logró aislar una célula madre sanguínea en su forma más pura, llamada hemocitoblasto, capaz de regenerar todo el sistema sanguíneo.
El avance, afirman los científicos en la revista Science, podría conducir a la posibilidad de cultivar estas células para trasplantarlas a pacientes con cáncer y otras enfermedades.
Hasta ahora la única esperanza para los que padecen enfermedades en la sangre era el trasplante de médula para reemplazar al sistema inmune dañado del paciente de cáncer -leucemia- u otras enfermedades de este tipo.
Es que la médula ósea -un tejido esponjoso en el interior de los huesos- contiene células madre sanguíneas, las cuales dan origen a todos los tipos de células de la sangre.
‘Logramos aislar una sola célula que es capaz de producir todas las ramas del sistema sanguíneo‘, afirma el profesor John Dick, quien dirigió la investigación en el Centro McEwen de Medicina Regenerativa y del Instituto de Cáncer de la Red Universitaria de Salud de Ontario, Canadá. ‘Estas células madre son tan raras que este avance es como haber encontrado una aguja en un pajar‘.
Los hemocitoblastos, o células madre sanguíneas, son las encargadas de generar los tres tipos de células que forman la sangre: los eritrocitos (conocidos como glóbulos rojos), las plaquetas (encargadas de la coagulación sanguínea) y los leucocitos (glóbulos blancos), que son las células del sistema inmune.
Cuando el organismo necesita reemplazar algunos de estos tres tipos de células, los hemocitoblastos de la médula ósea inician un proceso de maduración, llamado hematopoyesis, para especializarse en la producción del tipo de célula que necesita el organismo.
Este proceso ocurre continuamente en el organismo, pero cuando ocurren ciertos trastornos, como hemorragias o anemias graves, o enfermedades como cáncer o del sistema inmune, puede reducirse o agotarse la reserva de hemocitoblastos y entonces es necesario llevar a cabo un trasplante de médula ósea para restaurar el proceso normal de hematopoyesis.
En años recientes, los científicos han comenzado también a utilizar las células madre que contiene la sangre del cordón umbilical, que también son hemocitoblastos. Pero, tal como explican los investigadores, para muchos pacientes una sola muestra donada de cordón umbilical no es lo suficientemente grande como para poder usarla.
Aunque miles de pacientes con leucemia en todo el mundo han recibido exitosamente trasplantes de médula ósea, muchos otros no han podido ser tratados debido a la escasez de donaciones compatibles de este tejido.
Tal como expresa el doctor Dick, haber logrado aislar un hemocitoblasto ‘es un gran paso hacia la generación de suficientes cantidades de células madre que permitan tener un mayor uso clínico y esto nos acerca a cumplir la promesa de la medicina regenerativa para los pacientes‘.
El avance fue llevado a cabo con una nueva técnica, llamada citometría de flujo, que permite analizar las características de cada célula midiendo sus propiedades específicas bajo el microscopio.