Más de un millón de jóvenes participaron ayer en el Vía Crucis de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro. En un fuerte discurso durante el primer Vía Crucis presidido por Francisco, el Papa dijo que Jesús se une a los muchos jóvenes que han perdido su confianza en los políticos y en los cristianos incoherentes.
‘Con la Cruz, Jesús se une a los muchos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio‘, afirmó el Papa.
Francisco invitó a los muchachos a ‘ser valientes y a ir contracorriente y recordó que al contrario que Pilato, que se lavó las manos, la Cruz enseña a ser como el Cireneo, que ayudó a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tuvieron miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura’.
Francisco subrayó que Jesús, con su Cruz, recorre nuestras calles ‘para cargar con nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos y se une al silencio de las víctimas de la violencia, que no pueden ya gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos‘.
‘Con la Cruz, Jesús se une a las familias que se encuentran en dificultad, que lloran la pérdida de sus hijos, o que sufren al verlos víctimas de paraísos artificiales como la droga. Con ella, Jesús se une a todas las personas que sufren hambre en un mundo que le permite el lujo de tirar cada día toneladas de alimentos‘.
El Vía Crucis, uno de los momentos más sugestivos de las JMJ discurrió por el paseo marítimo de la playa de Copacabana. Los jóvenes, procedentes de 190 países, acogieron al Papa como una estrella del pop, entre cánticos, vivas y palmas.
El pontífice recorrió al finalizar la tarde en el papamóvil todo el paseo marítimo de Copacabana, de cuatro kilómetros de largo, seguido por decenas de miles de jóvenes, muchos de ellos corriendo por la arena, mientras que varios helicópteros sobrevolaban la zona y varios barcos de guerra recorrieron las aguas de Copacabana.
La ‘Cruz de los Jóvenes‘, como se conoce a la cruz de madera que Juan Pablo II entregó a los muchachos del mundo en 1984 para que la llevaran por todo el planeta, abrió el Vía Crucis y fue llevada a hombros por una veintena de muchachos y escoltada por una guardia de honor a cada una de las 14 estaciones, la última en el palco desde el que el papa presidió el rito.
Unos 700 entre artistas y jóvenes voluntarios de Brasil, Puerto Rico, México, Argentina, Alemania y EEUU evocaron a través de las 14 estaciones los sufrimientos de Cristo y los males que afligen a la sociedad moderna.
El amor, la vida, las enfermedades, la cárcel, las drogas, los medios de comunicación modernos y la religiosidad fueron algunos de los temas presentes en la representación.
Francisco oficiará hoy una misa en la catedral de Río de Janeiro, se reunirá con la clase dirigente brasileña y celebrará la Vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud.
Fuente: Efe